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Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de El Revisionista, Series de antología, y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

viernes, 19 de junio de 2020

6 cosas que necesita saber para comprender el cine de Woody Allen



Por: Luis D.




Woody Allen es un director que pasará a la historia como uno de los más prolíficos produciendo una película anual durante ya casi 40 años. Se incorporó al mundo del cine casi recién cumplidos los 30, tras haber tenido una interesante carrera como escritor de gags para televisión y ser comediante de stand up.

El periodista Eric Lax ha tenido la oportunidad de conversar durante décadas con él y recopilar información de primera mano; la concepción que tiene del oficio como cineasta y los distintos procesos creativos en los que se ve envuelto son sólo algunos puntos que se muestran en el libro de entrevistas: “Conversaciones con Woody Allen”.

Sin querer revelar todo lo que contiene este ejemplar (que es bastante extenso, contiene mucha información fascinante sobre la figura de Woody Allen desde un punto de vista profesional, que seguramente deleitara a más de un fanático de sus películas, y con apoyo del documental “A Woody Allen Documentary” (2012) de Robert. B. Weide), hemos creado este artículo con el  objetivo resumir algunos de los aspectos más característicos en la manera de trabajar del cineasta.


Sobre el guión y las ideas




Para él, escribir comedia no se puede enseñar o aprender, “lo tienes o no”, pero una de las cosas que más le han ayudado a su desarrollo fue su etapa como escritor para televisión, donde tenía que estrujarse los sesos hasta sacar algo en menos de una semana y a veces en menos de dos horas, siendo la disciplina el mayor de sus aprendizajes de aquella época.

Desde hace más de 40 años Woody Allen escribe a mano (lápiz o bolígrafo) el primer borrador de sus historias, dejando anotaciones aparte que pueden ser engrapadas o pegarse en pequeñas notas dentro del manuscrito; cuando la idea está terminada por completo lo transcribe con la máquina de escribir que ha utilizado durante cuatro décadas; fue una de las primeras posesiones que obtuvo con su sueldo de escritor de gags y sigue estando en perfectas condiciones. Su proceso de escritura es muy rápido, un guión puede estar listo en dos o tres semanas (sorprendente, ¿no?), pero esto tiene un pequeño inconveniente, a veces lo más difícil no es escribir la historia en sí, sino pensar en qué escribir en principio. Con los años, el “truco” ha consistido en simplemente no dejar de pensar nunca en la idea… ¡Nunca!; ya sea en el cumpleaños de sus hijos, en las vacaciones en la playa, incluso en la ducha, que resulta ser uno de los lugares perfectos para estar solo y simplemente dejarse llevar para resolver problemas de la trama.

Otros trucos son válidos, por supuesto, pero pensar todo el tiempo en la historia e idear la estructura de los arcos argumentales es un trabajo fundamental.

Actores



Mucha gente se sorprende cuando a la pregunta: “¿Qué tipo de indicaciones le dio al actor para llegar a obtener esa interpretación?”, él responde: “Nada. Sólo lo dejé hacer su trabajo”.

En esta frase se resume mucho el trabajo que tiene con los actores: les da un papel, los hace repetir sus líneas y listo; aunque algunas veces hay indicaciones como “quiero que suenes más decepcionado” o “sólo tienes que ser una persona dulce, naturalmente, sin esforzarte”.

Las audiciones de Woody Allen son míticas en Hollywood, generalmente el actor entra a una de sus oficinas y no está más de dos minutos ahí, pues con sólo ver su rostro o escuchar algún diálogo, él sabe si es adecuado para el papel. Cuando se trata de un actor que ya tiene en mente porque lo ha visto en otra película o porque lo conoce, no tarda mucho en darle el papel correcto.

Otro de los rasgos que caracterizan a este director es que la relación con sus actores es muy cordial, él considera que deben tratarse con el respeto profesional que merecen y nunca dudar de sus capacidades. Sabe reconocer quién tiene talento o potencial para un papel cómico o dramático. Los actores que han trabajado con él, aun cuando llevan ya algunas películas bajo su dirección, se refieren a su personalidad con un: “No sé…la verdad es que nunca he hablado mucho con él”.

Durante el rodaje




Su personalidad es muy relajada en todos los aspectos, incluso cuando se trata de un rodaje, el cual tiende a ser una de las actividades más estresantes (incluso él lo reconoce así), pero como en todo lo demás, se considera una persona bastante perezosa.

Prefiere grabar en planos master (es decir, un toma continua sin necesidad de hacer muchos cortes o cambios de perspectiva para una misma escena). Aunque esto también es una forma de reducir los costos de la producción, sólo es una excusa para no pasar mucho tiempo en una misma escena, ha confesado que no soportaría el proceso de repetir una de ellas más de dos días consecutivos; sin embargo, entiende que para que esto no se vea mediocre, busca inventar coreografías con la cámara y el foco, que le permiten dotar a la propuesta de un valor mucho más cinematográfico.

Este cineasta sabe que su profesión es de trabajo en equipo, y reconoce la importancia de escuchar las recomendaciones de su Director de Fotografía, simplemente hay que adaptarse y entenderse con cada uno de ellos. Gordon Willis, por ejemplo, fue un gran colaborador durante sus primeras películas “serias”, siendo también el nivel de disciplina que éste le exigía una gran ayuda para que Allen desarrollara un mayor cuidado por la imagen en sus películas: “Quizás no quieras hacer eso…se vería feo por tal motivo”, era una de las frases que ayudaron a que Allen descubriera la magia de su estética, en la que usa colores cálidos; el rojo y el amarillo es abundante en su trabajo, le gustan las propuestas coloridas y detesta el azul o los colores fríos en el plató.

La mayoría de sus historias están ambientadas en New York, no sólo porque le gusta, sino porque es cómodo, sabe en qué restaurantes puede comer y le encanta ir a su apartamento por las noches para dormir, pero sobre todo, porque sabe con quién trabajar: mucho de su personal lleva años en su equipo. Sin embargo, cuando rueda en el extranjero confía en que las personas serán igual de profesionales como en Estados Unidos. Sobre "Match Point", considerada por él como una de sus mejores películas, ha dicho que gran parte de su genialidad fue gracias a la disciplina de los británicos, de los franceses y de los escoceses. Cuando todo sale bien siente que fue una suerte que coincidiera con gente tan buena.

Dirección



Cuando se ha tratado de reconocer su genialidad, ha confesado que todo aquel que quiera aprender sobre dirección tomando como referencia sus consejos podría decepcionarse, ya que a menudo no hay ningún truco ni gran ciencia. Para Allen, mucha gente está lo suficientemente capacitada para dirigir sin saberlo, incluso considera que podrían llegar a hacerlo mucho mejor él. Como otros, piensa que la clave está en contar una buena historia desde el principio, y que tomar una cámara y contarlo en imágenes no tiene mayor dificultad, el reto es poner la técnica a disposición del contenido.

Es un sujeto relajado, no ensaya las escenas porque le causa aburrimiento, al igual que gran parte del trabajo de mesa; sus procesos consisten en reunirse y decidir hacer una película; no necesita de un storyboard o una planificación detallada de toda la película, ya que afirma que una secuencia planificada puede ser desechada al día siguiente porque no funciona tan bien en la pantalla como en el papel. También considera que el guión es sólo una guía de la historia, muchos de los diálogos o la coreografía puede cambiar por razones de practicidad o naturalidad.

Sobre dirigirse a sí mismo, sabe que no es un gran reto, ya que estando dentro de la escena puede comprobar cuando una acción o reacción está mal ejecutada, no se preocupa mucho por sus diálogos, ya que podría inventárselos e improvisar algo gracioso.

Al ser el responsable del proyecto sabe que cualquier cosa que salga mal será su culpa y se pondrá del lado del público si lo odian por haber hecho una mala película.

Montaje



A Woody le gusta estar involucrado en todo el proceso creativo de una película, por lo que no es extraño que esté dentro de todo el montaje, ya que éste es el momento de reescribir la historia, y es cuando observa lo que funciona y lo que no, en pocas palabras, lo que está mal escrito en el guión. Editores como Susan Morse comentan que él es de los pocos directores/guionistas que no tienen ninguna contemplación en quitar una escena en particular, personajes secundarios, secuencias enteras o tramas que quedan eliminadas por completo y pasan al olvido.

Se rehúsa a editar durante el rodaje, prefiere guardar todo el material y poner su esfuerzo en que la primera versión del montaje sea la mejor posible, como si esa fuera la que será proyectada en las salas de cine, por supuesto que no pasa, ya que es en éste donde puede ver los errores que tiene la cinta. A menudo, el montaje sirve para descubrir lo verdaderamente valioso cinematográficamente, cinco páginas de diálogos de dos personajes que están casados puede ser cortado a sólo una mirada entre los actores.

Música



La música es parte fundamental en su vida, desde niño es fanático del jazz, y al igual que el cine, es su medio de expresión, por lo que no pueden faltar piezas de su preferencia en sus películas, sabe que una buena selección puede salvar una secuencia del aburrimiento y servir como un contrapunto irónico para lo que se ve en pantalla. Ralph Rosenblum le enseñó esto cuando lo ayudó en su primera película, le dijo “¿Por qué borraste todo este material cómico cuando con un poco de música en el fondo puedes arreglarlo?”.

Prefiere utilizar lo que ya conoce y no llamar a un compositor para que componga música original, en gran parte por comodidad y por que gusta tener a su disposición todos sus discos en la sala de montaje, es algo bastante costoso pero se le ha permitido durante años; si no pueden adquirir los derechos de la canción no hay problema, vuelve a revisar y escoge otra, y gracias a su conocimiento casi enciclopédico del jazz, puede hacerlo muy fácilmente.

Conocer este tipo de detalles sobre la personalidad, procesos y forma de pensar de uno de los directores más polémicos de las últimas décadas, hará que disfrutes de sus filmes de una manera diferente.


Extraído de https://culturacolectiva.com/cine/curiosidades-de-woody-allen-para-comprender-sus-peliculas