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Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de El Revisionista, Series de antología, y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

jueves, 31 de mayo de 2018

Hombre irracional (Irrational Men) por Woody Allen.





Hablábamos hace poco de la película de Noah Baumbach, estrenada hace unos días, 'Mientras seamos jóvenes', en la que se establecía una competencia entre guionistas y se apuntaban diferentes cuestiones filosóficas y su aplicación a la teoría fílmica y la praxis del cine, sin llegar a profundizar en ninguna de ellas, lo que convertía la película en representante de la cultura de la reseña. Woody Allen dobla la edad de Baumbach, pero no sólo es la experiencia sino un genio especial para la comedia, lo que le permite utilizar informaciones de la cultura superior, y convertirlas en auténticos hitos que van enlazando sus historia y llevándolas suavemente hacia un final que comienza a hacerse previsible, en este caso, sólo cuando está a punto de terminar la cinta: la realización de un crimen perfecto, sin motivaciones aparentes, puede introducir al asesino en un camino sin retorno. En esta ocasión crea la atmósfera distendida que le conviene con la música de Ramsey Lewis que combina con piezas clásicas que interpreta su alumna y amante Jill Pollard, encarnada por Emma Stone, una joven de educación exquisita, entre cuyas aficiones se encuentra la equitación, cuyos padres imparten clases de música en la misma Universidad que Abe Lucas (Joaquin Phoenix). Profesores y alumnos conviven en el pequeño campus en casas agradables y suficientes para sus necesidades.

Woody Allen vuelve a la obsesión por Dostoievski y su 'Crimen y castigo', pero en esta ocasión logra realizar el triple salto mortal: convertir una tragedia, en la que se mezcla la depresión, el alcohol, la inteligencia y la posesión de una cultura superior por parte de sus protagonistas, en una comedia negra que transcurre amable, sin sobresaltos, de esa manera que sólo sabe hacer el viejo maniático, que acaba complaciendo, casi siempre, a su público, aunque muchos no entiendan, como ocurre en esta ocasión, la mitad de las cosas de las que habla. El tono del film permite a ciertos críticos, entre ellos Peter Bradshaw (The Guardian) afirmar que la película es una intriga bromista que no es lo suficientente aterradora ni seria para resultar intrigante, ni lo suficientemente ingeniosa o irónica como para funcionar como comedia. Un criterio que, con toda probabilidad, no comparte el público.





Allen ha tenido la sagacidad suficiente como para poner al frente al actor más 'canalla' del firmamento hollywoodiense, que ha conseguido la aquiescencia de un público no sólo americano, sino mundial. Un hombre seguro de sí mismo, que no duda en aparecer con la apariencia más decadente y degradada que puede presentar un ser humano, y colocarle al lado a una joven fresca y reluciente, Emma Stone, que no verá en él al hombre que bebe whisky en su petaca en medio del campus, sino al sugerente y brillante profesor de filosofía, que luce sin complejos una abultada barriga. Ambos serán los encargados de darnos dos puntos de vista diferentes, dos voces narradoras del relato, en el que, a los que ya se les ha olvidado, les vienen a recordar que un individuo que utilice de forma sabia y coherente, y aplique, aunque sea provocativamente, sus conocimientos sobre Kant, Heidegger, Hannah Arendt y cualquier otro filósofo que milite en cualquier campo y en especial en el de la filosofía continental y sus derivaciones - feminismo, el existencialismo, el idealismo, etc.-, o recite poemas de Emily Dickinson, puede enamorar a cualquier mujer que se proponga, sea alumna o profesora, algo que puede haber molestado a algunos seguidores de Harold Bloom, ajenos a las escuelas del resentimiento.



Durante los primeros segundos del film Abe es recordado como aquel profesor que hizo pensar a sus alumnos en el hecho de que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo elucubrando en torno a cuestiones que no podemos resolver; es fácil ganarse a un público joven, en plena etapa de provocación, con el cinismo, el escepticismo y  la destrucción de los cimientos culturales de occidente, aunque hay que ser conscientes de que para tener éxito en esta empresa hay que tener autoridad científica. Esta situación mental por la que atraviesa el profesor que ya no va a cumplir los cuarenta lo tiene sumido en una profunda depresión que no le permite escribir, tener relaciones sexuales, ni dormir con tranquilidad, hasta que, ¡eureka!, descubre la forma de romper el círculo vicioso en que se encuentra encerrado, apoyándose en las teorías de Hannah Arendt  y sus teorías acerca de 'la banalidad del mal', decide beneficiar a la humanidad, eliminando a un ser nocivo para la convivencia dotado de un gran poder: un juez, es aquí donde entra en juego Dostoievski y su visión del crimen y el castigo, que resolverá de forma muy diferente a 'Match Point' y 'El sueños de Cassandra'. Esta es la razón por la que algunos, como Scott Foundas de Variety, han hablado de comedia divertida e intelectualmente rigurosa; otros se muestran más molestos, como Rex Reed, ya que para ellos la película supone un sardónico ejercicio de cinismo que gustará a los mismos pedantes que ridiculiza. Pero esto no suele ser así, porque Allen ha sido y sigue siendo un cineasta que sabe encandilar a su público  mediante la creación de ambientes  en los que siempre está la magia, la fortuna, el azar, que sabe tejer con fragmentos de una cultura superior que no introduce de forma gratuita. Un ejercicio que ha sabido hacer durante toda su vida y que sigue epatando  sus espectadores sobrepasados los 80 años.


Ficha técnica:

Título original: Irrational Man.
País. Estados Unidos.
Año: 2015.
Duración: 96 minutos.

Guión y dirección: Woody Allen.
Dirección de Fotografía: Darios Khondji. Color DeLuxe.
Música: Ramsey Lewis.
Edición: Alisa Lepselter.

Productores: Letty Aronson, Stephen Tenenbaum y Edward Watson.
Diseño de Producción: Anne Selbel.
Compañías: Gravier Productions.

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Intérpretes:

Joaquin Phoenix: Abe,
Emma Stone: Jill,
Jamie Blackley: Roy,
Parker Posey: Rita,
Parker Petkoff: Paul,
Sophie von Haselberg: April,
Susan Pourtar: Carol,
Tom Kemp: Juez Spangler,
Betsy Aldem y Ethan Phillips: padres de Jill.

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Sinopsis:

En un campus universitario, un profesor de filosofía en plena crisis existencial, le da un nuevo propósito a su vida cuando se relaciona sentimentalmente con una de sus alumnas.


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Críticas:

Gerard Casau da, en la entradilla de su artículo una visión resumida de su opinión de la película: "En Irrational Man, Woody Allen da en primer plano el conflicto entre crimen y castigo tan caro a su obra, pero en lugar de decantarse claramente por el drama sombrío o por el humor total, propone una peculiar aleación que da como resultado una 'comedia oscura' (que no negra) protagonizada por Joaquin Phoenix." (Teoría y práctica. Dirigido por. ..Septiembre 2015) .

Carlos Boyero se suma a las críticas positivas: "Esta película no alcanza la complejidad, el suspense y la profundidad de sus anteriores crónicas de crímenes, pero está contada con la inteligencia, la imaginación y el atrevimiento que caracteriza a este impagable artista. A Joaquin Phoenix, como siempre, no le cuesta demasiado esfuerzo interpretar el tormento ni hacer de colgado existencial, pero no le veía yo como un actor al gusto de Allen. Phoenix está muy bien, al igual que Emma Stone. No es extraño que las estrellas de Hollywood trabajen por un salario mínimo cuando las solicita Woody Allen."(Allen en forma; y los raros, a lo suyo. Diario 'El País', 15 de mayo de 2015).

Luís Martínez dice algo que compartimos plenamente: "Si no fuera por Kant, no seríamos lo que hoy somos", dijo Woody Allen en la sala de prensa y más de uno arrancó a aplaudir. Se notaba bastante que no sabían por qué, pero lo hacían con esa misma reverencia sonora, entre la estupidez y la arrogancia, con la que se grita ¡Bravo! en la ópera o se ríen los chistes de Tarantino: para que se note. Sea como sea, lo cierto es que si no fuera por Woody Allen, no seríamos lo que, en efecto, intentamos ser. Nótese el matiz." (Allen como religión. Diario 'El Mundo', 15 de mayo de 2015).


Fuente: www.cinelodeon.com/2015/09/irrational-men-woody-allen.html?spref=pi



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jueves, 17 de mayo de 2018

La guía de Woody.

Guía del vigilante de Woody Allen Libros 1 y 2 ahora

Si te gusta nuestro sitio web, tal vez te gusten nuestros libros sobre Woody Allen. Se llaman las Guías del Vigilante de Woody Allen y ahora están en Kindle e iBooks .
Hemos dado a los libros una gran actualización y están disponibles en dos libros. El libro 1 cubre las primeras 18 películas de Allen, que cubren Robó, huyó y lo pescaron (1969) hasta Crimenes y pecados (1989). El libro 2 cubre sus próximas 18 películas, desde Alice (1990) hasta Scoop (2006).
Cada libro presenta guías completas de las películas de Allen. Incluyen la historia de la concepción y producción de la película, los comentarios recopilados de Allen y el elenco, y los detalles del lanzamiento y los premios. También hay guías comentadas para cada película, que incluyen trivialidades, ubicaciones, pistas musicales, referencias y mucho más. Son las guías más completas de las películas de Allen que encontrarás.

Creamos videos ensayos en cada película, basados ​​en nuestro trivia favorito para cada película. 

Fuente: www.woodyallenpages.com

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Un dia lluvioso...

Woody Allen ofrece una pequeña actualización en "Un día lluvioso en Nueva York"




Woody Allen le ha dado a Page Six la actualización más pequeña de su próxima película, A Rainy Day In New York . Incluye nuestra primera confirmación del director sobre la trama.
Dice Allen:
"Es una relación de amor. Encuentro, lluvia romántica. Desafortunadamente, mientras estábamos disparando no llovió. Tuve que hacer algunos yo mismo ".
De hecho, no llueve, y parte de la filmación en Nueva York involucró el uso de grandes máquinas de lluvia.
Page Six también sugiere que la trama involucrará a personas mayores universitarias, todo en un fin de semana (no un día a pesar del título). Sin duda, esa universidad son los personajes interpretados por Selena Gomez, Timothée Chalamet y Elle Fanning . Sospechamos mucho de lo que vimos durante la producción, pero esto parece confirmarlo. También explica por qué van a lugares tan turísticos en la película, una rareza para Allen en estos días cuando dispara en Nueva York.
Escuchamos que Allen todavía está trabajando en la producción de la película. Page Six también parece confirmar que la película será lanzada por Amazon, que tiene un acuerdo con Allen en este momento.
La película también está protagonizada por Rebecca Hall , Jude Law , Diego Luna y Liev Schreiber .
Con suerte, aprenderemos mucho más sobre la película en los próximos meses.

Fuente: http://www.woodyallenpages.com


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Actuaciones de Woody en sus comienzos.



Una vez, va y me secuestran. Estaba parado delante de la escuela cuando de pronto llega un coche negro, bajan dos tipos y me preguntan si quiero ir con ellos a un país donde todo son hadas y duendes y podré tener todos los tebeos que quiera, y bombones de chocolate, y golosinas, ya saben. Y yo les dije que sí. Entonces subí al coche con ellos, porque pensé, qué diablos, este fin de semana tampoco tengo nada que hacer. Así que se me llevan y envían a mis padres una nota de rescate. Pero resulta que mi padre tiene malos hábitos de lectura, y aquella noche se acostó con la nota de rescate y se quedó dormido antes de terminarla. Entretanto, me llevan a Nueva Jersey maniatado y amordazado. Cuando mis padres comprenden por fin que estoy secuestrado, pasan a la acción de inmediato: alquilan mi habitación. La nota de rescate dice que mi padre debe dejar mil dólares dentro de un árbol hueco en Nueva Jersey. Reunir los mil dólares no le costó nada, pero al cargar el árbol hueco hasta Nueva Jersey se hernió.
El FBI rodea la casa. "Soltad al chico -exigen-, dadnos las pistolas y salid con las manos en alto." Los secuestradores contestan: "Soltaremos al chico, pero dejad que nos quedemos las pistolas y que subamos al coche." El FBI dice: "Soltad al chico y subid al coche, pero dadnos las pistolas." Los secuestradores insisten: "Soltaremos al chico, pero dejadnos quedar con las pistolas, no necesitamos el coche." El FBI contesta: "Quedaos con el chico.. ." Esperen un momento, creo que aquí he metido la pata. El FBI decide utilizar gases lacrimógenos. Pero no tienen gases lacrimógenos, de manera que varios de los agentes empiezan a interpretar la escena de la muerte de Camille. Con los ojos arrasados de lágrimas, mis secuestradores se rinden. Los condenan a quince años de trabajos forzados, pero doce de ellos se fugan, unidos por una larga cadena sujeta a los tobillos, haciéndose pasar por una gigantesca pulsera de amuletos.



Disculpen un momento, pero es que debo comprobar la hora. Aquí son muy puntillosos respecto a la hora, y, por lo que oigo ahí detrás, parece que el conjunto ya ha comenzado a preparar sus instrumentos. » (Contempla el reloj y lo levanta en alto, como para que lo vieran los 1.200 espectadores). «No sé si ustedes lo verán, pero es un reloj muy elegante.» Se lo acerca a la cara y lo examina con atención. «Tiene incrustaciones de mármol. Creo que me da un aire italiano.» Una pausa. «Me lo dio mi abuelo en su lecho de muerte. Y muy bien de precio.»


Y ahora viene una historia que les parecerá increíble. Una vez cacé un alce. Me fui de cacería a los bosques del estado de Nueva York y cacé un alce. Así que lo aseguré sobre el parachoques de mi automóvil y emprendí el regreso a casa por la carretera de West Side. Pero lo que yo no sabía es que la bala no le había penetrado en la cabeza; sólo le había rozado el cráneo y lo había dejado inconsciente. Y justo cuando estaba cruzando el túnel de Holland, el alce se despertó. Así que estaba conduciendo con un alce vivo en el parachoques, y el alce hizo señal de girar. Y en el estado de Nueva York hay una ley que prohíbe llevar un alce vivo en el parachoques los martes, los jueves y los sábados. Me entró un miedo tremendo. Y de pronto lo recordé: unos amigos míos celebraban una fiesta de disfraces. Iré allí, me dije. Llevaré el alce. 



Me desprenderé de él en la fiesta. Ya no será responsabilidad mía. Así que me dirigí a la casa de la fiesta y llamé a la puerta. El alce estaba a mi lado. Cuando el anfitrión abrió, lo saludé: "Hola, ya conoces a los Solomon. " Entramos. El alce se incorporó a la fiesta. Le fue muy bien. Ligó y todo. Un tipo se pasó una hora y media tratando de venderle un seguro. Dieron las doce de la noche, y empezaron a repartir los premios a los mejores disfraces. El primer premio fue para los Berkowitz, un matrimonio disfrazado de alce. El alce quedó segundo. ¡Eso le sentó fatal! El alce y los Berkowitz cruzaron sus astas en la sala de estar, y quedaron todos inconscientes. Yo me dije: Ésta es la mía. Me llevé el alce, lo até sobre el parachoques y salí pitando hacia el bosque. Pero me había llevado a los Berkowitz. Así que estaba conduciendo con una pareja de judíos en el parachoques. Y en el estado de Nueva York hay una ley que, los martes, los jueves y muy especialmente los sábados... A la mañana siguiente, los Berkowitz despertaron en pleno bosque disfrazados de alce. Al señor Berkowitz le dieron caza, lo disecaron y lo colocaron como trofeo en el Club Atlético de Nueva York. Pero les salió el tiro por la culata, porque es un club donde no se admiten judíos.




Fuente: arrebatodecineoriginal.blogspot.com.ar/search?q=Woody+Allen


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lunes, 14 de mayo de 2018

Woody Allen pensó que yo iba a matarlo.



Por Pablo Calvo
Woody Allen pensó que yo iba a matarlo. Me rozó con el estuche de su clarinete en la barra del Hotel Carlyle y se sentó a un metro, en la silla que sólo él tiene permitido usar. El lugar había quedado en penumbras, porque su concierto de jazz estaba a punto de comenzar.
Justo en ese momento, una mujer, asomada por encima de mi hombro, intentó sacarle una foto, algo prohibido por los códigos del lugar, custodio de los secretos que allí dejaron Marilyn Monroe, Truman Capote, la princesa Diana, Michael Jackson y el ex presidente John Fitzgerald Kennedy.
Para colmo, la cámara era vieja, parecía salida de la pantalla de una película de los años dorados de Nueva York. Por eso, cuando la mujer disparó, el flash se tomó su tiempo y en vez de soltar ese polvo de estrellas que ilumina los rostros, formó un haz de luz que acuchilló la oscuridad, con tanta mala suerte que el punto rojo de su mira fue a parar al medio de la frente de Woody.
Parecía una película: Allen levantó la vista, me miró con odio y no me dio tiempo a explicarle que yo era un extra en la escena.
Se armó un revuelo infernal. Woody Allen pedía auxilio al pianista de su banda, la cholula gritaba en francés, Marilyns sin lunares encendían sus miradas felinas, un empresario brasileño sujetaba desesperado su tabla de quesos y el mozo, inalterable, completaba mi Cherry Brandy con una calidad impresionante, sin mirar la copa.
“Pensé que me mataba”, le dijo Woody al pianista, ya acostumbrado a sus divagues. Y a las escenas que fantasean los que van a escucharlos los lunes.

www.clarin.com/opinion/woody-allen-penso-iba-matarlo_0_SybBzM0jf.html


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miércoles, 9 de mayo de 2018

Los colaboradores de Woody: Marshall Brickman.





Marshall Brickman (nacido el 25 de agosto de 1939) es Americano guionista y director, conocido por sus colaboraciones con Woody Allen. Es co-ganador del Premio al mejor guión Original por Annie Hall 1977 de la Academia.También es conocido por tocar el banjo con Eric Weissberg en la década de 1960 y por una serie de parodias cómicas publicadas en The New Yorker

Vida y carrera

Brickman nació en Río de Janeiro, Brasil, con los padres americanos Pauline (née Wolin) y Abram Brickman, su familia era judía, después de asistir a la Universidad de Wisconsin – Madison, se convirtió en miembro del grupo Folk ley The Tarriers en 1962, reclutado por ex compañero Eric Weissberg. Tras la disolución de The Tarriers en 1965, Brickman se unió a Los nuevos oficiales con John Phillips y Michelle Phillips, quien más tarde tuvieron éxito con The Mamas & the Papas. Salió del grupo para seguir una carrera como escritor.

Inicialmente escrito para televisión en la década de 1960, incluyendo Cámara indiscreta, The Tonight Show y La demostración de Dick Cavett. Fue durante esta época que conoció a Allen, con quien él colaboraría en tres guiones terminados durante la década de 1970: Sleeper (1973), Annie Hall (1977, que ganó el mejor guión Original de Oscar) y Manhattan (1979).



Escena de Annie Hall


 

Brickman dirigió varios de sus propios guiones en la década de1980, Simon, Lovesick y El proyecto de Manhattan, así como Hermana María explica todo, para TV la adaptación de la obra de Christopher Durang. Su guión con Allen para Misterioso asesinato en Manhattan (1993) había sido puesto a un lado algunos años antes cuando el proyecto fue restablecido más adelante.

Con pareja Rick Elice, él escribió el libro para el musical de Broadway Jersey Boys. Los dos colaboraron otra vez en 2009 para escribir el libro para el musical The Addams Family.

"Quién es quién en el reparto," de Brickman una parodia de una lista del elenco de Playbill , fue publicado en el 26 de julio de 1976, edición de The New Yorker y atrajo tanto la atención que fue publicado en la edición de teatro especial de 31 de mayo de 1993. Otras piezas para The New Yorker incluyen «el de Nueva York de chismes"(19 de mayo de 1975) y "Las recetas del Presidente Mao"(27 de agosto de 1973).

  



Guiones cinematográficos


Ann en azul (1974) (TV)
La demostración de Muppet: sexo y violencia (1975) (piloto TV)
Simon (1980)
Mal de amores (1983)
Proyecto de Manhattan (1986)
Para los chicos (1991) (con Neil Jimenez y Lindy Laub)
Intersección (1994)
Anna Veritiny (2002)
Muchachos de Jersey (2014)

 
Co-escrito con Woody Allen

El dormilón  (1973)
Annie Hall (1977)
Manhattan (1979)
Misterioso asesinato en Manhattan (1993)

  

Fuente: En.Wikipedia.org/wiki/Marshall_Brickman

Obsesiones de un seductor.

 

Xulio Formoso: Woody-Allen
Woody Allen por Xulio Formoso


El estreno de su última película coincide con los 40 años del único Oscar de su carrera.


En 1977 el mundo del cine asistió al estreno de una película deslumbrante que situaba definitivamente entre los grandes nombres de Hollywood a un cómico que hacía años venía reclamando un lugar al sol. “Annie Hall” conquistó los corazones de los espectadores por su frescura, por los temas tratados en un guión sin fisuras y por la interpretación de sus protagonistas, Diane Keaton y Woody Allen, éste también director del film.

Esta obra maestra recibió los Oscar a la mejor película, mejor director, mejor guion original y mejor actriz principal. Woody Allen no recogió personalmente el premio: aquella noche tenía un concierto con el grupo de jazz con el que toca el clarinete. De todo aquello se cumplen ahora cuarenta años. La efeméride coincide con el estreno de “Wonder Wheel”, la última película de Woody Allen como director.


Una vida espectáculo

De origen humilde, Woody Allen (Allan Stewart Königsberg, Brooklin, N. York, 1935) comenzó su carrera en el mundo del vodevil, donde se había hecho un hueco contando chistes desde los escenarios de teatros y clubs de Nueva York  entre números de cantantes, magos y bailarinas. En esa época ya escribía guiones para humoristas como Bob Hope y Arhur Murray y trabajaba para el show de Ed Sullivan, de la cadena NBC.

Fue providencial su encuentro con el productor Charles K. Feldman, quien le encargó el guión de “What’s New Pussycat?”(Que pasa Pussycat?) (1965), protagonizada nada menos que por Peter Sellers, Romy Schneider y Peter O’Toole, en la que Allen interpretaba a Víctor Shakapopolis, aquel personaje que hacía trampas jugando al ajedrez. El éxito de la película le facilitó el guión de “Casino Royale” (1967), de la que ya dirigió una de sus secuencias. Desde entonces Woody Allen simultaneó papeles de actor en películas como “Sueños de seductor” (Herbert Ross, 1972) y “El testaferro” (Martin Ritt, 1976) con la dirección de sus propias películas, en las que también interpretaba papeles protagonistas: “Robó, huyó y lo pescaron” (1969), “Bananas” (1971), “Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo… pero temía preguntar” (1972), “El dormilón (1973) y “La última noche de Boris Grushenko” (1975).

“Annie Hall” marcó un antes y un después en la carrera de quien es uno de los directores más prolíficos (casi a película por año) y de más éxito internacional. Aunque levanta también polémicas en relación con la calidad de algunas de sus películas, éstas siempre se esperan con expectación y casi nunca defraudan. Aún entre las peores siempre hay un destello de talento. La última secuencia de “Medianoche en París” (2011) es una genialidad que salva la mediocridad de la película (que fue, también hay que decirlo, la más taquillera en Estados Unidos aquel año), y en la denostada “Vicky Cristina Barcelona” (2008) la dirección de Allen consiguió la que tal vez haya sido la mejor interpretación de Penélope Cruz.


Obsesiones con humor

El cine de Woody Allen navegó desde siempre entre las influencias de la tradición hollywoodense y las del cine europeo de Eric Rohmer, Ingmar Bergman y los italianos Fellini y Visconti. Se le reprocha la repetición de temas en muchas de sus películas pero, como cualquier artista, también en su obra emergen sus obsesiones. Una de ellas es su origen judío. El suyo es un judaísmo obsesionado con las persecuciones nazis y los pogroms y acomplejado frente a los seductores WASP (blancos, anglosajones y protestantes), que trata de superar utilizando el humor como mecanismo de defensa, un humor inteligente típicamente judío con el que subvierte algunos elementos de la alta cultura y del intelectualismo, por el que siente simultáneamente fascinación y repulsión (“se puede ser extremadamente brillante y no tener idea de lo que sucede en el mundo”, hace decir a uno de sus personajes).

Los WASP son sus competidores frente a las mujeres que conoce, que siempre aman a otro hombre o terminan abandonándolo, como le ocurrió en la vida real en sus dos primeros matrimonios: Harlene (con la que se casó a los 19 años) y Louisse Laser, cuyos perfiles están en muchas de sus películas, porque el cine de Woody Allen es en gran parte autobiográfico. Sus obsesiones con las mujeres (“todo lo que conocemos del paraíso en la tierra”, dice otro de sus personajes) y con el sexo las sublima también a través del humor, que entrevera con su biografía en la tetralogía “Annie Hall”, “Interiores”, “Manhattan” y “Stardust Memories”(Recuerdos...), aunque pueden rastrearse aspectos de su vida en casi todas sus películas, desde “Hannah y sus hermanas” y “Dias de Radio” a “Crimenes y pecados” o “Melinda y Melinda”, una obsesión proustiana de reencontrarse con el pasado.

Otra de sus obsesiones es la psicología y el psicoanálisis, un elemento de introspección recurrente a través del que combate las de sus personajes, que son las suyas, fundamentalmente la timidez, la soledad, la muerte y la ausencia de compromiso político militante (en “Coge el dinero y corre” hay una crítica implícita al maccarthysmo). Para superar la angustia existencial se sirve del psicoanálisis y también de la vida sobreocupada de sus personajes, excusa para no tener tiempo para pensar: además del trabajo están el analista, el tenis, la pedicura, las obligaciones con secretarias, ejecutivos y jefes… todo a un ritmo trepidante que convierte su vida en una infernal aventura cotidiana. Algunas de estas obsesiones las encontramos de nuevo en “Wonder Wheel”.


Fuente: periodistas-es.com/woody-allen-obsesiones-seductor-96077