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Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de El Revisionista, Series de antología, y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Woody y una agresión.




Woody Allen sufre un intento de agresión durante su último rodaje

06 de agosto de 2014 | 21:52 CET


Por Juan Luis Caviaro




Woody Allen se ha llevado un buen susto durante el rodaje de su última película. Un individuo se acercó al set y tras un altercado con los agentes de seguridad que impidieron su acceso, agarró una silla y la lanzó contra el veterano director; por suerte, el energúmeno, que fue arrestado al instante, tenía la puntería de Gonzalo Higuaín y no tocó a Allen.

Curiosamente, el último suceso similar le ocurrió a un cineasta que suele mencionarse como la antítesis del neoyorquino. Michael Bay tuvo que hacer frente a un par de tipos que intentaron agredirle con un aparato de aire acondicionado, durante el rodaje en Hong Kong de 'Transformers: La era de la extinción' ('Transformers: Age of Extinction', 2014).

El 5 de diciembre se estrena en España 'Magic in the Moonlight', el (pen)último trabajo de Woody Allen. El que tiene ahora entre manos, aún sin título, cuenta con Joaquin Phoenix y Emma Stone como protagonistas.


Extraído de Blog de Cine.

lunes, 22 de septiembre de 2014

John Turturro se hace play boy.


John Turturro: 'Hay cosas positivas acerca de lo que hacen los profesionales del sexo'

La última película del actor, Casi un gigolo, cuenta la historia de un hombre que pierde su trabajo y se dirige a la prostitución. Él explica a Karley Sciortino por qué eligió para explorar el 'cambio real' del trabajo sexual.





Por Karley Sciortino
theguardian.com , Martes 22 de abril 2014



No es frecuente que las películas arrojan una luz positiva sobre el trabajo sexual. Las trabajadoras sexuales suelen ser descritas como down-and-out víctimas, la liquidación de muertos o enfermos, porque este es el relato de la sociedad más cómodo. Sin embargo, como escritor de sexo , y alguien que ha entrevistado a los trabajadores del sexo en los EE.UU. ampliamente, en mi experiencia, la representación no suele ser el caso. Como Camille Paglia puso en su colección Vamps y Tramps 1994:

Y, sin embargo, en un hecho poco habitual, Casi un gigolo, que escribió John Turturro, dirigió y protagonizó, nos muestra un lado más compasivo de la profesión más antigua del mundo.

En esta comedia cálida, Turturro juega a ser Fioravante, un empleado de una librería suave que pierde su empleo a tiempo parcial cuando su jefe Murray (Woody Allen) se ve obligado a cerrar sus puertas. Casualmente, Murray se entera de que su dermatóloga Dr. Parker (Sharon Stone) está tratando de organizar un ménage à trois con su amiga (Sofia Vergara). Murray sugiere que Fioravante es el hombre perfecto para el trabajo. Después de un poco de persuasión, Fioravante de acuerdo para que Murray intervenga.

Para su primer truco - un apasionado de uno-a-uno con el Dr. Parker - Fioravante gana $ 2,500 para cada hora de su tiempo, más una propina de $ 500. Una cadena de clientes satisfechos sigen, adquiridos por Murray. Si bien Casi un gigolo comienza como una comedia tonta, que crece en una poco convencional historia, sensible acerca de la conexión humana. Un cliente es Avigale (Vanessa Paradis), una viuda jasídica descorazonada que es traído a Fioravante bajo reclamo de Murray que él es "un sanador." Lo que sigue entre las dos personas es la verdadera intimidad, lo que lleva a Avigale afirmar: "Usted trae magia a la solitaria."

En la película, parecía como si estuviera haciendo una conexión entre el trabajo sexual y el trabajo social. ¿Por qué decidió hacer una película que muestra el trabajo sexual como algo positivo?

Turturro: Bueno, creo que hay cosas positivas acerca de lo que hacen los profesionales del sexo. Yo sé, y consulté a personas que han estado en ese mundo, y es interesante a nivel humano que a veces las personas van a estas personas por razones fuera de contacto sexual - sólo tal vez están en busca de consuelo, o de otras cosas, y otras veces son verdaderamente ayudados.También creo que hay un cambio real que ocurre en estas situaciones, mientras que en muchas otras profesiones no lo hay. Yo no estaba tratando de explorar toda la profesión de la prostitución - Sé que puede haber lados oscuros o de explotación. Y yo sé que ser un gigoló es una pequeña parte de él, pero pensé que esta historia sería interesante que los personajes femeninos, con el fin de verlos en la otra cara de la situación - una situación de más poder.




La historia de la trabajadora sexual exitosa sensata no es uno que vemos a menudo. Por lo general es todo lo contrario, y la historia termina trágicamente.

Eso es correcto. Y como una persona que hace películas, soy muy consciente de que un cliché es abundante en el mundo de la televisión y el cine, y luego estos clichés son aceptados, para reducir nuestra sensibilidad. Y, ciertamente, la representación de las mujeres en general en la película es muy reduccionista. Pero creo que es posible aumentar la sensibilidad de la audiencia - que dejarlos encantados y sorprendidos por algo - y para ellos tener un buen momento, también.

La idea de una mujer que paga por sexo podría interpretarse fácilmente como desesperada, pero logró transmitir de una manera que se sentía poderoso. ¿Fue algo que pensó al escribir los personajes femeninos, y la elección de sus profesiones y personalidades?

Lo fue. Obviamente, una mujer [Sharon Stone] está casada, y tal vez su esposo tiene todas estas otras relaciones, por lo que tiene este impulso loco, y, de repente, ella acaba en una situación que nunca ha estado antes, y es como si fuera una chica joven de nuevo. Ya sabes, cuando la gente comienza a salir de nuevo, después de cierta edad, tener que empezar desde el principio - no hay una torpeza, una novedad. Pensé que sería interesante ver a la gente que han tenido una cierta cantidad de experiencia de vida puesto en una situación donde tienen que reinventarse a sí mismos. Y entonces yo quería uno de los personajes femeninos para ser realmente libre [Sofia Vergara], y otro personaje femenino para representar a una religión, que sería una especie de oprimidos [Vanessa Paradis]. Sólo pensé: "Bueno, si estoy haciendo una película sobre el sexo, tiene que implicar a la religión."




Ser criado católico como usted, soy muy consciente de que para gente como nosotros, el sexo y la religión estarán íntimamente ligados para siempre.

¡Es cierto! Dios, me siento de la misma manera, y no puedo explicar por qué, pero sólo sé que es. Conozco a muchos de los hombres en ciertas religiones que van por fuera de sus reglas y pagan por el sexo, pero en esta película, Avigale no es ni siquiera eso. Ella está sólo en busca de algún tipo de liberación terapéutica, y aunque se podría decir que ha manipulado en la experiencia, en realidad, algo realmente significativo que ocurre con ella.

Una línea de gran alcance en la película es cuando Avigale está mirando sobre la estantería de Fioravante, y recuerda tener que regalar todos sus libros, ya que ella ya no se le permite leer. Fioravante casualmente responde: "Bueno, los hombres nunca han querido a las mujeres a leer." ¿Crees que eso es cierto?

Lamentablemente, es cierto. He leído este libro sobre la historia de la lectura, y las primeras mujeres que leen son las monjas. Y cuando se creó la imprenta, había un gran movimiento conjunto iniciado por los hombres para no permitir que las mujeres leen, ya que el conocimiento sería inspirar a las mujeres a tener "otras ideas." Y ese impulso sigue vivo en muchas partes del mundo, y bien es cierto que en jasídico, las comunidades no se supone que las mujeres a ser educados después de cierta edad. He conocido a mujeres que dejaron esa comunidad que habló de tener que ocultar sus libros, o dar a la basura, y yo pensé que era una cosa muy fuerte de que hablar.

Casi un gigolo está en los EE.UU. el lanzamiento limitado ahora, y estará en cines del Reino Unido a partir del 23 de mayo.



Extraido de www.theguardian.com/film/woodyallen

jueves, 11 de septiembre de 2014

Así conquistó Woody a Vanessa Paradis.

MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS)

   Vanessa Paradis nos revela algunas de las claves de Aprendiz de Gigoló (Fading Gigolo), la comedia que se estrena el próximo 30 de abril y en la que protagoniza una atípica historia de amor ni más ni menos que con Woody Allen.




   Paradis regresa a la gran pantalla para dar vida a Avigal, la viuda de un rabino con seis hijos que dos años después del fallecimiento de su esposo, mucho mayor que ella, vive aislada de todo y de todos y dedicada plenamente a su familia. "A esa mujer no la han tocado desde hace mucho, mucho tiempo (...) se siente sola y desgraciada", apunta.

   "Pero hay algo un poco diferente en ella, tiene algo dentro que debe revivir y por suerte conoce a Murray, el personaje de Woody Allen que le va a cambiar la vida", relata con una sonrisa Paradise en esta entrevista en exclusiva para Europa Press.

   Y es que en esta disparada comedia Allen vuelve a ponerse ante las cámaras para otro director, en este caso su amigo y colega John Turturro.

   La última vez que el director de Blue Jasmine, Match Point o Annie Hall actuó en una película que no estuvo dirigida por él fue en 2000, cuando Allen protagonizó el filme Cachitos picantes, una comedia de Alfonso Auau. Ahora vuelve a actuar para Turturro a quién le devuelve el favor, puesto que el neoyorquino ya le dirigió en Hannah y sus hermanas (1986).

   Turturro, director de películas como Romance & Cigarettes o Illuminata y cuyo rostro es conocido para el gran público por encarnar el personaje del disparatado agente Simmons en la hipertaquillera saga Transformers, dirige esta comedia en la que comparte protagonismo con Allen y un buen puñado de actrices conocidas.

   La historia de Fading Gigolo relata las andanzas de dos amigos, interpretados por Allen y el propio Turturro, que necesitados de dinero deciden introducirse en el negocio de la prostitución masculina.

   Allen interpreta a Murray, el ideólogo de esta idea que empuja a su amigo a emplearse como gigoló y quien se encargará de gestionar los primeros pasos de Fioravante (Turturro) e introducirle en "el mundillo". Un novato que tendrá que lidiar con los apetitos de mujerones de la talla de Sofia Vergara, Sharon Stone o la propia Vanesa .

   Además de Allen, Turturro, Vergara y Stone, en Aprendiz de gigoló también veremos otros rostros conocidos como los de Vanessa Paradis, Bob Balaban o Live Schreiber.

   La última aparición de Allen ante las cámaras fue en De Roma con amor, su aventura italiana en la que dirigió a Roberto Benigni, Ellen Page, Jesse Eisenberg, Alec Baldwin, Ornella Muti y la española Penélope Cruz.

   Aprendiz de Gigoló verá la luz en los cines españoles el próximo 30 de abril.


Extraído de el portal Europa press, http://www.europapress.es/cultura/cine-00128/noticia-asi-conquisto-woody-allen-vanessa-paradis-aprendiz-gigolo-20140421113813.HTML

Imagen de Woody.




Con esta nueva sección, empezamos a publicar imágenes, afiches, programas, etc. del mismísimo Woody.



Portada del programa del estreno de la obra teatral "La bombilla que flota" estrenada el 27 de abril de 1981 por la Lincoln Center Theater Company, a cargo de Richard Crinkley, en el Vivian Beaumont Theater de Nueva York.


Extraido de Woody Allen Web.


martes, 9 de septiembre de 2014

Letty Aronson y su hermano.

LETTY ARONSON SOBRE LA RELACIÓN CON SU HERMANO Y “BLUE JASMINE”
por Rodrigo González M.
Hermanas menores. Algunos las cuidan como si fuera el último día que las ven y otros creen que es un problema encomendado por los insistentes padres de siempre. También están los que involuntariamente les presentan a sus novios y, por supuesto, quienes son sus cómplices y las llevan al cine por primera vez. En el barrio neoyorquino de Brooklyn de los 50, dos de ellos eran Allen y Ellen Konigsberg. Es decir, Woody Allen y Letty Aronson.
84th Academy Awards Nominations Luncheon - Portraits“Woody siempre fue un referente. Teníamos bastante diferencia de edad, ocho años, pero yo siempre lo miré con los ojos de la admiración. Me llevó a ver las primeras películas y compartí sus primeros libros”, cuenta  Letty Aronson al teléfono desde Nueva York. “Era el hermano perfecto. De pequeño hacía todos sus trucos de magia frente a mí y yo los celebraba. Eramos de Brooklyn, y me llevó a conocer Manhattan por primera vez”.
Mal alumno, rebelde con causas artísticas y buen jugador de básquetbol, Allen escribía viñetas para los diarios locales. “A los 15 años ganaba más dinero que nuestros padres. Aparte de escribir, se escapaba en los tiempos libres para ver películas. Era otra época: se veía mucho cine extranjero y Woody devoraba a De Sica, Bergman y Fellini”.
Productora de todas las cintas de Allen desde “Disparos sobre Broadway” (1994), Aronson ha sido testigo del crepúsculo americano del director con cintas como “Ladrones de medio pelo” (2000), de su renacer europeo a través de “Match point” (2005) y de su regreso triunfal a Estados Unidos con “Blue Jasmine” (2013).
“Hay muchas razones tras el éxito de ‘Blue Jasmine’, pero creo que para el público, el principal motivo es el tema de los escándalos financieros que aparecen en la historia. Reflejan la realidad americana”, explica Aronson.
La cinta, celebrada por la crítica y bienvenida en la taquilla estadounidense, es la historia de dos hermanas ubicadas en el lado contrario de la vida. Jasmine (Cate Blanchett) se ha movido siempre entre los penthouses de Manhattan, mientras que Ginger (Sally Hawkins) conoce muy bien las empinadas calles de San Francisco. El cónyuge de Jasmine es un corredor de Wall Street cuyas estafas lo llevan tras las rejas poniendo fin a la vida aristocrática de Jasmine, quien deberá instalarse en casa de Ginger.
“Creo que los fondos de inversiones y el personaje de Alec Baldwin son identificables por la gente. La actuación de Baldwin es brillante y muchos reconocerán a un tipo de villano que existe en la realidad americana y mundial”, explica Aronson.
Comparada por muchos con la clásica obra “Un tranvia llamado deseo” de Tennesse Williams, en que Blanche DuBois se refugia en casa de su más modesta hermana Stella, “Blue Jasmine” es además el primer drama de Allen desde “El sueño de Cassandra” (2007).
¿Hubo inspiración en la pieza teatral de Williams?
Sé de primera mano que Woody Allen nunca la tuvo en mente. Puede haber coincidencias, pero él jamás pensó en ello, como tampoco se basó en el caso del estafador Bernie Madoff. El filme tiene como fuente una historia que Soon Yi, la esposa de Woody, escuchó de un amigo, que a su vez tiene otro amigo cuya esposa se enfrentó a la bancarrota de éste. Súbitamente era pobre y no tenía dónde vivir.
¿El retorno a Estados Unidos significa que Woody Allen volverá a rodar con regularidad ahí?
No. Haremos siempre filmes donde nos sea más fácil y eso significa alternar Europa u otras locaciones con Estados Unidos. Acabamos, de hecho, de rodar una comedia de época en el sur de Francia con Colin Firth. Se llama “Magic in the moonlight”.
¿Cómo explica la energía de Allen para seguir haciendo un filme al año, con 78 años?
Siempre tuvo una capacidad de trabajo envidiable. Desde pequeño tenía ideas en la cabeza. Eso sigue igual a pesar del paso del tiempo. Si no está dirigiendo una película, escribe para The New Yorker o toca su clarinete. No para. Y disfruta mucho escribir, definitivamente.
Existe la leyenda de que tiene todos sus guiones ya escritos…
Lo que tiene son bosquejos de ideas en los que siempre trabaja. Cuando termina de filmar, discutimos cuál podría ser la nueva película, si un drama, una comedia romántica, un thriller. Entonces va, toma una de esas ideas escritas en un papel y desarrolla una historia. Si llega a la página 20 y no avanza a ninguna parte, abandona el guión y comienza otro. También puede perfectamente cambiar de idea en la mitad de la escritura y darle otro orden a todo. Después yo leo el guión, discutimos, y se hace la película. El siempre tiene la palabra final por supuesto. A veces mientras dirige, reescribe y entrega nuevas páginas a los actores.
¿Su rapidez le facilita la tarea como productora?
Siempre es mejor trabajar con un cineasta rápido. Facilita encontrar dinero. Woody casi no ensaya con los actores. Espera que todos lleguen con los roles perfectamente aprendidos. Por eso elige a grandes actores, a quienes luego les da mucha libertad. Si un actor quiere hacer varias tomas es probable que él se lo permita, pero a la tercera vez le dirá: ‘Tengo lo que necesito, si es que estás de acuerdo’. Ahí generalmente concluye todo.
¿Por qué sus películas tienden a funcionar mejor fuera de Estados Unidos?


El público de Europa y Sudamérica es más serio y sofisticado. Son capaces de reconocer quién es el director de una película, mientras en mi país la gente sólo se fija en la estrella. Siempre entenderán mejor a Woody fuera de Estados Unidos.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Woody, Nueva York y el cine.



Un Nueva York de cine

Gracias a la pantalla sabemos que todo es posible en esta ciudad, directores como Scorsese o Allen han hecho de ella su decorado.





Gracias al cine hemos comprobado que en Nueva York todo es posible. Podemos, por ejemplo, ver a un gorila gigante subirse a lo más alto del Empire State Building; acompañar a tres marineros en su día de permiso; subirnos a un taxi conducido por un veterano de la guerra de Vietnam o desayunar al lado de una chica vestida con un elegante traje de Givenchy frente a los escaparates de la joyería Tiffany. Podemos, asimismo, pasear por Central Park como hacían Meg Ryan y Billy Crystal en Cuando Harry conoció a Sally, o sentarnos al anochecer en un banco de Sutton Square, frente al puente Queensboro, como Woody Allen y Diane Keaton en Manhattan.

Cineastas como Martin Scorsese o el mencionado Woody Allen han hecho de esta ciudad el decorado perfecto de sus películas. Títulos como Annie Hall, Taxi Driver, Gangsters de  New York o La edad de la inocencia, y series de televisión tan famosas como Sex and the city se han convertido en una guía turística que nos explica la historia de la ciudad, los lugares más bellos para visitar e incluso los locales de ocio en los que poder descansar y comer, como el famoso Salón de Té Ruso de Manhattan o el Tao Restaurant que se popularizó gracias a las aventuras y correrías de Carrie Bradshaw y sus amigas.

Nueva York es también la ciudad que en más ocasiones hemos visto atacada y destruida en el cine. Unas veces por monstruos que surgen del mar, como en Godzilla; otras por un radical efecto del cambio climático, como sucede en El día de mañana, y en algunas, por las consecuencias de una guerra nuclear, como en El planeta de los simios.

Pero al final Nueva York siempre acaba resurgiendo, poniéndose nuevamente en pie, dispuesta para acoger el siguiente rodaje. Y así seguiremos viendo por sus calles y avenidas todo tipo de conspiraciones políticas, conflictos raciales, amores y paseos románticos; mafiosos en busca de su víctima o simplemente personas que acuden allí en busca de su sueño, dispuestos a que cambie su suerte. Porque como decían en La sombre de la corrupción, “si quieres tener suerte, Nueva York te dará una oportunidad”.

Extraido de Canal TCM.