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Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de El Revisionista, Series de antología, y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Revisitando "Interiores".

 

Publicado originalmente el 26 de septiembre de 2011 por John Gilpatrick clásics,





Después de ser la ganadora a mejor película "Annie Hall", a Woody Allen esencialmente le fue dadas las llaves del castillo, y con ellas, a hecho "Interiores", su primera incursión en el drama puro - un género que más tarde sería perfecto con "Crímenes y pecados" y "Match Point". Verlo por primera vez, sin embargo, es interesante, aunque frustrante, experiencia. Claramente, hay algunos dolores de crecimiento de Allen como Director, y se muestran en esta película. En última instancia, sin embargo, "Interiores" es una película gratificante, llena de personajes reales con ideas.

Como la mayoría de las películas de Allen, este sigue a un grupo de individuos - marido de clase alta y esposa, así como sus hijos, quienes están descontentos con algo en sus vidas. El hombre es Arthur (E.G. Marshall), y tiene el artazgo de su esposa, Eva (Geraldine Page), sobre su manera tranquila de controlar y exigir perfección. Así anuncia durante la cena que ya es hora de una separación de prueba. Envía Eva la noticia, a sus dos hijas, Renata (Diane Keaton) y Joey (Mary Beth Hurt). Pero tienen sus propios problemas. El esposo de Renata, Frederick (Richard Jordan), es un bebedor pesado y un escritor enormemente inseguro. Mientras tanto, Joey esta celosa de su otra hermana, Flyn (Kristin Griffith) y su carrera como actriz, mientras que el marido de Joey, Michael (Sam Waterston), lucha con el comportamiento de su esposa y su madre. Con todo, Arthur anuncia a su próxima esposa, la vivaz Perl (Maureen Stapleton).

Estos no son personas agradables y están muy diferentes de los caracteres de Allen que hayas visto antes de este lanzamiento en 1978. Muchos de ellos son claramente desagradables, mientras que otros son un poco más complicados, pero no hay una persona en pantalla-excepto quizás Perl-quien va a cuidar su carácter incondicionalmente. Todo el mundo tiene sus demonios, dice Allen, y a menudo en tus seres queridos sacará lo peor de usted.

La película carece de alegría, compensa en proeza técnica. Es una película magníficamente a tiro sobre los pobladores de este mundo (desde el agua helada del océano hasta las casas de los personajes y el vestuario es muy monótono) eso significa algo. Entre los mis-en-scène y sobre todo los desagradables personajes, "Interiores" da la sensación de ser muy frío. Es en las horas después que me encontré con gran aprecio hacia la película, sus temas y la disposición de Allen para desafiar a sí mismo y a su público.

Los errores de la película, para mí, están en que Allen intenta reinventar totalmente su identidad cinematográfica con esta película. El se retira como actor - una decisión justa. Pero al hacerlo, pierde algo de el, por falta de una mejor palabra. No se puede negar que Allen es el autor, pero además esta allí la presencia de Keaton. Como un gran admirador suyo, extrañaba eso. Es algo que he hallado más adelante en el mencionado "Crímenes y pecados".

Las interpretaciónes, sin embargo, son de mayor calibre. Geraldine Page es asombrosa como Eva, la clase de madre que significa el bien pero no es lo suficientemente estable como para dejar a sus hijos y su marido descubre su propia identidad. Ella es una diseñadora de interiores, y su búsqueda de la perfección con su obra lleva su vida familiar hacia la adoracion, en definitiva, todo le molesta. Pero ella simplemente no puede evitarlo, y es capaz de convencernos de que, aunque su carácter es imperfecto, profundamente bajo, condiciona a su familia a eliminar esa página de su vida.

Diane Keaton ha sido la mejor como en Annie Hall -, pero este papel es sin duda un desafío, y ella hace un trabajo admirable con él. Renata tiene muchas semejanzas a algunos papeles de Keaton, con su creatividad y naturaleza de pensamiento profundo. Pero ella es miserable, y Keaton no tiene miedo que la lleve en algunas direcciones sorprendentemente desagradables. El trabajo de Keaton es el de menor daño frente al de Joey, la hermana con inseguridad y quien se ha obligado a soportar la carga que es Eva. Maureen Stapleton también brilla en una parte más pequeña. Su energía proporciona a la película una sacudida de la recepción en su punto medio.

Interiores no es una película que me encantó, pero proporciona mucha materia de reflexión. Me pregunto acerca de querer volverlo a ver, pero lo hizo quedarse conmigo mucho más tiempo que algunos de los esfuerzos más ligeros de Allen, como "Amor y muerte" (La ultima noche de Boris Grusheko" o incluso "Vicky Cristina Barcelona". Pero es una película poco ingeniosa que no tiene miedo de arriesgarse, y tienes que respetarlo, incluso si no te gusta la dirección que va en última instancia.


Extraído de http://www.johnlikesmovies.com/interiors-review/