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Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de El Revisionista, Series de antología, y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

martes, 14 de agosto de 2012

Fuera del celuloide.


Woody Allen, pero fuera del celuloide.

Una obra teatral de Woody Allen que él nunca interpretó y que no fue representada en ningún país (hasta la fecha de la nota), será estrenada mañana en el Teatro Olimpia ,de Buenos Aires, con Rudy Chernicof al frente del reparto, dirigida por Ismael Hase. La música utilizada es del “Gato” Barbieri. “La historia es desopilante y el protagonista absolutamente maravilloso”, sostiene el actor. Por su parte, Hase define a Woody Allen como “un creador sin límites”.


-Kleinman es un pequeño ser que vive en Nueva York, un hombre-masa. Una noche es sacado de su casa por cuatro individuos que vienen a buscarlo con el propósito de incorporarlo a un comité de vigilancia. La ciudad es azotada por un asesino al que la policía no puede darle caza, y entonces se crea ese comité para que colabore con la policía en su búsqueda. Kleinman, que es un tipo muy particular, no está enterado ni de lo que hizo ese asesino ni de la existencia del comité. Finalmente lo convencen y pasa a integrar el grupo en cuestión. El resto es el constante ir y venir de este hombre que no logra conocer el plan trazado para capturar al criminal como tampoco cuál es su función dentro del plan.


Con ademan y gestos medidos, Rudy Chernicof no cuenta el comienzo de la aventura que vive el protagonista de ¡Kaput!, la pieza de Woody Allen que subirá a escena mañana, en el Olimpia, en cuyo hall se desarrolla la conversación. Se trata de una obra que el talentoso artista norteamericano no interpretó nunca y que no fue representada en ningún país. La Argentina en consecuencia, tendrá la “premier” mundial. Refiriéndose al sentido del relato y a su papel, Chernicof dice:


-Metido en una situación que no comprende, que no asimila, Kleinman intenta, como primera y última instancia, saber cuál es su función y como cumplirla. Así, el devenir de los acontecimientos le depara encuentros absurdos con el resto de los personajes, que son –a su vez- prototípicos. Cada uno de esos personajes (trece en total) tiene vinculaciones con el protagonista que empiezan y terminan, pero siempre dando el pie necesario para el personaje que sigue. La obra es desopilante en todos sus tramos. Con el rol a mi cargo me pasa una cosa bastante extraña: es tan absolutamente maravilloso que me cuesta mucho ponerlo frente a mí y hablar de qué es lo que quiero rescatar de él. Diría, sí, que me preocupa enormemente el poder transmitir bien su ingenuidad de hombre que está solo en un medio no ingenuo. Recorrer las peripecias de Kleinman con la mayor cantidad de matices posibles es mi meta interpretativa.


A nuestro lado, con un cierto aire de timidez que incluye una cuota de introversión, Ismael Hase –un santafesino que afronta todavía sus primeras experiencias como director- nos define el criterio de su puesta:


-La pieza tiene más de una lectura, y mi intención es la de hacerla accesible a todos, sin dejar de lado las metáforas que van surgiendo y que pertenecen a una segunda lectura. Mi interpretación de esa segunda lectura es que cada individuo tiene que saber por qué vive, y que si nos corresponde cumplir con una determinada función debemos descubrirla por nosotros mismos. Lo que busco es que se destaque más la puesta, de acuerdo con la idea de una primera lectura clara y accesible, es la coherencia de la historia. Intento contraponer esa claridad al concepto existente de que el de Woody Allen es un humorismo intelectual, que sería para elites. Pienso que es un creador sin límites, hasta te diría un filósofo de este tiempo, que se expresa con una singular inteligencia, que “llega” con sus propuestas a la mayoría.


El elenco  de ¡Kaput! se completa con Jorge Pacini, Eduardo Nobili, Margarita Gralia, David Di Nápoli, Roberto Garcia Paz, Susana Tanto, Carlos Link, Floria Bloise, Horacio Taicher, Carlos Donigian y Pocho Martí. En cuanto a la escenografía y el vestuario, son de Carmen Dardalia y la música es Leandro “gato” Barbieri.



Fuente: Diario Clarín, jueves 29 de mayo de 1980.