En una entrevista exclusiva con Clarín, el director confiesa que "es una posibilidad". Y cuenta sus sueños, qué lo emociona, cómo escribe y revela que "no he tocado una computadora en toda mi vida".
Por Pablo O. Scholz
pscholz@clarin.com
Woody atiende el teléfono en su oficina neoyorquina. Nos han prevenido que no está escuchando muy bien, así que hay que hablarle fuerte. Su voz del otro lado de la línea suena casi débil, y en casi nada se parece a la que estamos acostumbrados a escuchar en el cine.
De niño, se la pasaba recluido en su cuarto en Brooklyn ensayando trucos de magia o practicando con su clarinete. Tres sueños y tres pasiones tenía el niño Konigsberg, si se agrega el cine a la música y el ilusionismo, y precisamente en Scoop, Woody Allen interpreta a un mago que, por azar, hace que una estudiante de periodismo (su nueva musa, Scarlett Johansson) reciba un "mensaje" del más allá de otro periodista, para que investigue un crimen.
Quiero saber si usted realmente sueña con que uno puede saltear o evitar la muerte.
No sé si se puede. Es sólo una fantasía.
No es habitual en sus películas que presente así imágenes de La Muerte.
En el cine, todo es posible.
¿Qué otras cosas aún lo conmueven?
No lo oigo, si puede hablar un poco más alto.
Tras reiteraciones que no tienen suerte, la nota gira a otro tópico más sencillo: cómo se le ocurrió Scoop. "¿Cuál fue mi inspiración? Pensé en un periodista que era tan abnegado que si encontraba una buena nota aún después de muerto se las ingeniaría de alguna manera para dar a publicidad la historia."
Es la segunda película que filma en Londres. ¿Tiene pensado volver a rodar en Nueva York?
No, no por un tiempo. Terminé una tercera película en Londres, con Colin Farrell e Ewan McGregor (El sueño de Cassandra). Y el verano próximo tengo pensado hacer una película en Barcelona.
Es Vicky Cristina Barcelona, con Penélope Cruz. "Bueno, ella fue la primera elegida en el elenco. Ya están también Javier Bardem y habrá un papel para Scarlett (Johansson, protagonista de Match point y Scoop). Acabamos de empezar el casting, y Penélope es la primera que quería asegurarme de tener. Soy un gran admirador de ella.
¿Por qué eligió filmar en Barcelona?
Oh, porque disfruto mucho yendo a España y tengo un público que me recibe muy bien. La gente de España me dijo: ponemos el dinero y usted hace la película aquí. Entonces les dije: "bueno, yo voy a hacerla allá". "Lo dejamos libre artísticamente. Puede hacer lo que quiera. No leemos su guión. No sabemos nada, lo que hacemos es simplemente poner el dinero. Y hace una película para nosotros aquí en España." Perfecto, advertí que disfrutaría mucho en España y pasaré el verano ahí haciendo una película.
Excepto por el dinero, aquí en la Argentina también tiene su público. Podría venir a hacer una película aquí...
Bueno, no dudaría en ir a hacer una película a la Argentina pero nadie en Argentina me lo ha ofrecido. En primer lugar, no he estado ahí. Pero hasta ahora nadie me llamó de Argentina para decirme: "venga a hacer una película acá, nosotros la financiamos".
Porque aquí usted tiene un público muy fiel. Ya lo sabe.
Sí, y muy agradable. Y sería sin duda una posibilidad. Pero lo que pasa es que la gente de Londres me financia la película, la gente de Barcelona financia mi película. Lo que uno realmente necesita cuando se filma en un país extranjero es el respaldo financiero y la cooperación del país.
Entendido. ¿Sabía que su amigo Francis Ford Coppola estará rodando su próxima película en noviembre en la Argentina?
No lo sabía, pero es fantástico. Es un realizador maravilloso.
¿Tiene alguna idea de nuestra cultura, ha visto películas argentinas?
Tal vez haya visto algunas películas argentinas. Por supuesto, he sido siempre un gran admirador de Jorge Luis Borges. Conozco algo, he oído buena música argentina, pero nunca estuve ahí. En estos últimos años, hubo un par de películas que eran argentinas, pero... no recuerdo sus títulos.
Hablando de música, ¿sigue disfrutando con su banda de jazz?
Sí, toco todo el tiempo. Toco una vez por semana en el Carlyle Hotel de Manhattan y hago giras en auditorios alrededor del mundo.
¿Compone?
No, en absoluto. En realidad soy bastante malo. La gente viene a verme porque ha visto mis películas y eso es una atracción. Pero yo personalmente no soy muy buen músico. Estoy rodeado de buenos músicos. Soy un amateur que hace esto por amor.
Se nota que está buscando personajes más jóvenes para sus películas.
No es que los busque. Cuando escribo las historias... En general, se refieren a las hazañas de gente más joven. Hace muchos años, yo también era más joven. Y por eso era el centro de mis películas. Ahora soy una persona más vieja, me levanto, me miro en el espejo, y estoy más viejo. Empecé entonces a escribir películas para otras personas.
¿Piensa escribir algo para usted como protagonista en el futuro?
Estoy en Scoop con Scarlett pero no me interesa demasiado actuar, a menos que sea un papel muy bueno. Pero si no, no me importa. Me siento fantástico escribiendo papeles para otros. Soy más libre. Cuando escribo para mí, como soy un actor limitado y con cierto tipo, siempre tengo que forzar la historia. Obviamente si escribo para mí no puedo escribir sobre un astronauta, porque no soy creíble como astronauta. Pero si se me ocurre una buena idea sobre un astronauta y no tengo que escribirla para mí, soy capaz de escribir cualquier cosa.
¿Sigue tipeando sus guiones en su antigua máquina de escribir?
Sí, todavía trabajo en la misma máquina de escribir que compré cuando tenía 16 años. Sé cómo funciona, no me falla, es fácil escribir. Escribe como el día que la compré.
¿Cómo se lleva con la tecnología: usa Internet, tiene e-mail?
No, para nada. No tengo nada de eso. Mi hija de 8 años puede hacer eso. Y mi mujer también. Pero yo no. No he tocado una computadora ni un procesador de palabras en toda mi vida. No sabría por dónde empezar. Mire, todavía tengo dificultades para cambiar la cinta de mi máquina de escribir. La he tenido, no sé, 60 años, 55 años, y todavía tengo que hacer un dibujo para poder cambiarla.
Uno se imagina a Woody sentado en un confortable sillón, con la máquina de escribir sobre el escritorio cercano, con la luz del invierno que fenece iluminando el estudio. "Prefiero escribir a la mañana —responde—. Me levanto, hago mis ejercicios, llevo a mis chicos al colegio. Y después empiezo a escribir. Si la escritura sale bien, puedo llegar a escribir todo el día y los fines de semana. No me importa. Me gusta escribir durante tramos cortos. Digamos, una hora y media, después levantarme un rato, tomar un café, y volver a escribir, practicar con mi clarinete durante media hora y volver, y escribir, y almorzar, y volver. Me gusta fragmentarlo, porque es difícil mantener la concentración durante períodos más largos. Es agotador.
Cuando termina un guión ¿se lo muestra a alguien? ¿A quién?
Lo presento a la gente encargada de hacer el presupuesto. Y ellos vienen y me dicen: Diablos, esto es muy caro. Tiene que cortar una escena por acá y otra por allá.
Pensé que quizá Soon-Yi también le echaría un vistazo a su guión.
Bueno... cuando escribo un guión estoy contento. Lo que no dejaría es que otro director dirigiera un guión mío. Yo podría dirigir el guión de otro escritor. Eso sería factible. O me gustaría actuar.
¿Actuaría hoy para otro director?
Sí, me gustaría actuar para otro director, pero nadie me lo pide.
¿Cuáles son sus sueños?
Espero que antes de dejar de hacer cine pueda hacer una película por lo menos que sea fantástica. Que sea como Ladrones de bicicletas. Que sea considerada claramente una gran, gran película. Considero que todavía no la hice, pero sigo intentándolo y espero poder lograrlo. Debo irme...
Y mi última, última pregunta. ¿Qué sigue conmoviéndolo más?
La música, creo. Es mi mayor placer. Y los deportes. Pero tengo que irme. Fue un placer hablar con usted, estoy seguro de que vamos a volver a hablar. Sí, tal vez en Buenos Aires, ¿por qué no?
Fuente: edant.clarin.com/diario/2007/03/18/espectaculos/c-01211.htm