Datos personales

Mi foto
Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de El Revisionista, Series de antología, y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

jueves, 12 de diciembre de 2019

Los directores...

Coppola, Allen y Scorsese

La estrella: Nueva York


Por Anibal Vinelli

Como idea cinematográfica e industrial el éxito está asegurado en la acumulación de talentos, sobre todo si estos, inevitablemente artísticos y por tanto inestables y contestatarios, no tienen que compartir el común estudio de filmación. Los nombres son -verdadera constelación- los de Woody Allen, Francis Ford Coppola y Martín Scorsese, reunidos y separados en una misma película, los tres episodios de "New York Stories" que ya han comenzado a rodarse en Manhattan (recordemos que la nota es de 1988) y que tendrían su estreno mundial en esa ciudad a fines del corriente año.


Caricatura de Pratico.


No los une el estilo filmico y esa es casi la única divergencia: entre las similitudes han de apuntarse que los tres aman a Manhattan aunque como el resto de su población ninguno haya nacido allí, el hecho de que varias de sus mejores películas transcurren en la Manzana Dorada, la contemporaneidad biológica y una pasión por el cine que se ha proyectado más allá del oficio de realizador.

Por estricto orden alfabético, para evitar problemas de cartel, siguiendo el orden del rodaje, inicialmente habrá que mencionarlos por separado. Woody Allen (Brooklyn, Nueva York), es el más obsesivamente neoyorquino con obras como "Dos extraños amantes, Manhattan, Hannah y sus hermanas, Días de radio y Septiembre". Sus aficiones son tan obsesivas y monotematicas como su personalidad, siempre el cine, por ejemplo en su lucha permanente para resguardar sus films de los temibles televisión y video, inclusive al punto de supervisar personalmente la emisión o el procesado, cuando, agotada su carrera en las salas, pasan a los otros medios.

Francis Ford Coppola (Detroit, Michigan) de "El padrino I y II" -todavía sus opus máximos- es el gran jugador de la pantalla, fue multimillonario hasta que "One from the heart" (Corazonada, se llamaría en el supuesto caso de que se estrenara en la Argentina, cosa que no sucedió) lo dejó en la ruina. Eso y aventuras inolvidables para experiencias ajenas, como la sonorización de "Napoleón" de Abel Gance o el auspicio para las presentaciones  norteamericanas de Akira Kurosawa, títulos del cine polaco y o de Ingmar Bergman.


Y Martín Scorsese (Flushing, Nueva York) de "Calles peligrosas, Taxi Driver, New York New York y esa Después de hora" que es un monumento a la paranoia urbana, es el líder del gran movimiento que intenta preservar los clásicos del cine, que insiste en la defensa de sus tonalidades originales y que combate como pocos el sacrilegio de la colorización que por unos pocos dólares más ha teñido a "El halcón maltés" o a los cortos de Laurel y Hardy en el video.

En algún momento de su carrera los tres, sin previo acuerdo, por separado, confesaron su ambición por filmar a ese inolvidable retratista de Nueva York -a la que llamó acertadamente "Bagdad sobre el Hudson"- del cuentista O'Henry. En cierta forma, a su manera lo harán, aunque el autor de "Los 4 millones y La última hoja" no figure en el proyecto.

Woody Allen, Francis Ford Coppola y Martín Scorsese se han unido para dirigir un film de tres episodios que será filmado por Buena Vista (el brazo adulto de la corporación Walt Disney) y a estrenarse a fines de 1988 o principios del año siguiente.

Titulado tentativamente "New York Stories (Historias de Nueva York), consiste en segmentos de 30 o 40 minutos cada uno ambientado en la época actual. El colaborador permanente de Allen, Robert Greenhut producirá el conjunto con el apoyo de Rollins-Joffe Productions; Fred Roos y Fred Fuchs lo hacen para Coppola y Barbara De Fina para Scorsese.

El primero que ya se colocó detrás de las cámaras, desde el 4 de abril, ha sido Allen, con el cotizado Sven Nykvist como fotógrafo, y una presencia peculiar delante del objetivo, el alcalde de Nueva York, Ed Koch. El resto, como en cualquier film de Allen, es secreto. O casi.

 Coppola, que es coautor con su hija Sofía, estudia el elenco y rodará desde junio (de 1988). Richard Price, guionista de "El color del dinero", lo será también para el segmento de Scorsese, con fecha de inicio en agosto. Nestor Almendros ha de oficiar como fotógrafo mientras Coppola aun no eligió el suyo. El tiempo de rodaje estimado para cada capitulo ronda las 4 o 5 semanas.



El productor Greenhut explicó que la génesis del operativo hay que detectarla en las discusiones que sostuvo con Allen durante varios años. "Woody siempre volvía a la carga diciendome que tenia ideas muy prometedoras, pero que no soportarían por si solas la expansión a un largometraje. No tenia espacio para ellas, así que las dejaba en la congeladora. Lo hablamos, inclusive empezamos a imaginar que directores podían sumarse, consideramos inclusive a famosos nombres del extranjero, pero los descartamos por un criterio artístico que ya era de por sí demasiado disímil como para, encima, sumarle el de la multinacionalidad. Woody insistió en que fuesen tres episodios con directores totalmente distintos en su estilo y sin otra relación entre sí que no fuese la misma ciudad".

Al aproximarse a Coppola y Scorsese, Greenhut les aseguró "control total y sin interferencias", pidiendo, en cambio, solamente -y no es poco- "algo que me enorgullezca, como un film de Francis Ford Coppola o uno de Martín Scorsese".

La idea de Nueva York en episodios no es nueva, ya estaba, por ejemplo, en parte de "Lágrimas y risas" (1952), con directores y elencos distintos, sobre el inevitable O'Henry y donde paradojicamente el mejor segmento no era el neoyorquino, sino el que transcurría en un villorrio del oeste. Hablamos de "El rescate del jefe Rojo" que, dicho sea de paso, años después inspiraría a la excelente "Por fin me la quité de encima".

Y tan buena es la idea, que Allen-Coppola-Scorsese deberán apurarse para no perder la primicia. Desde hace un años el productor Scott Rudin está desarrollando para la 20th Century Fox un proyecto similar, "Tales of Manhattan" (Cuentos de Manhattan), con la idea de que lo realicen Jonathan Demme, Susan Seidelmann, Jim Jarmusch y otros directores que tienen su base en esa siempre estimulante Nueva York.


Extraído de Diario Clarín, suplemento Espectáculos, jueves 30 de junio de 1988