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Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de El Revisionista, Series de antología, y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

miércoles, 9 de enero de 2019

Gloria Scola entrevista a Woody Allen

PorGloria Scola







    Su humor inteligente ha dado la vuelta al mundo. Ahora, Allen estrena Conocerás al hombre de tus sueños, una comedia coral con Antonio Banderas presentada en el pasado festival de Cannes, donde habló con Tiempo.


“¿Una película mía en 3-D? Soy mejor en una sola dimensión”
WOODY ALLEN REGRESA a las pantallas con Conocerás al hombre de tus sueños, una comedia sobre las aventuras y desventuras de un padre (Anthony Hopkins), una madre (Gemma Jones) y una hija (Naomi Watts) en el Londres actual. Antonio Banderas, Josh Brolin y Lucy Jones completan el reparto.
En la película están presentes el amor, el sexo, la crisis creativa, la culpa... En definitiva, la vida y los problemas amorosos. Como en casi todas sus películas.
Efectivamente, una vez más. Es que eso es lo que hay. Los hombres y las mujeres componen la población y, después de miles de años, siguen teniendo los mismos problemas que tenían en la antigüedad, y lo ves leyendo a Sófocles o a Aristófanes.
El personaje de Anthony Hopkins cae en lo ridículo queriendo recuperar su juventud. ¿Qué opina?
Creo que es muy triste. Es un hombre que se despierta en mitad de la noche y por primera vez se da cuenta de que es mortal y de que no vivirá para siempre. No es que no lo supiera, pero de pronto lo ve claramente y ve lo que implica. Se siente tan traumatizado que empieza a hacer ejercicio, a comer sano, a intentar negar la mortalidad... y su mujer, Gemma Jones, se convierte para él en un tostón. Le dice: “Oh, deja de hacer ejercicio, que ya no tienes 20 años y te vas a hacer daño en la espalda”.


Conoceras al hombre de tus sueños

¿Por qué eligió a Antonio Banderas?
Al principio no pensé en él, pero le llamé porque quería que fuera alguien muy amable. Naomi Watts tiene un marido (Josh Brolin) torturado, difícil, y cuando va al trabajo está contenta porque su jefe (Banderas) es encantador, guapo, muy dulce... y Antonio en la vida real es así. Todo lo que tiene que hacer es aparecer, porque es de esas personas que tiene un encanto natural.
¿El título lo eligió por él? [El título original es: You Will Meet a Tall Dark Stranger, “Conocerás a un extraño alto y moreno”]
No, el título de la película no tiene nada que ver con Antonio. En Estados Unidos, si alguien va a una adivina o a una gitana y le dicen: “Conocerás a un extraño alto y moreno”, generalmente la mujer dice: “Oh, qué bien, fenomenal”. Ese extraño alto y moreno es el símbolo de la mortalidad. En Estados Unidos ese extraño representa la experiencia romántica que uno quiere tener, pero también es ese extraño que nos espera a todos.
Qué triste. Y eso que es una comedia muy divertida. Sigue usted con su visión pesimista.
Sí, y casi todos los personajes están perdidos, excepto los que se mienten a sí mismos y se hacen ilusiones. Suena muy pesimista, pero yo lo siento así. Creo que la vida es muy inestable y da miedo. Y la gente está desesperada por creer en algo y que les den una respuesta mágica. A algunos les llega de un sacerdote, a otros de un rabino, todos se engañan a sí mismos. Creen que la vida tiene un sentido, o que hay cielo, y al final... Algunos de mis personajes creen en una vida anterior, hay mucha locura en cuanto a ese pensamiento de la nueva era. La gente está desesperada por creer en una nueva religión, o en la medicina alternativa. Te dicen: “No vayas al médico porque tengo un amigo que va a fulanito y es fantástico”. Y tienen métodos locos. Una nueva terapia para el reúma, el culto a los alimentos sanos... En América se han convertido en algo religioso. Te dicen: “Tómate estas vitaminas porque han cambiado mi vida”. Y les replicas: “Pero la medicina ha probado que no te hacen nada”. E insisten: “No, no me digas eso, porque yo cuando las tomo me encuentro mejor. Quizá no tenga ningún sentido, pero me hacen sentir bien”. La gente está desesperada por creer y agarrarse a algo.



Las películas también son terapia.
Sí, y la gente también se engaña a sí misma en el arte. Incluso los artistas se engañan a ellos mismos creyendo que su vida sí tiene sentido porque su arte permanecerá, pero lo cierto es que ellos morirán y el hecho de que su trabajo les sobreviva no significa nada, ya que sólo permanecerá durante un tiempo. Todo lo que escribió Shakespeare y lo que pintó Goya y lo que compuso Beethoven... Todo desaparecerá, es un panorama triste, pero la gente se agarra a lo que sea, y la clarividencia les sirve más que la medicina. La medicina es ciencia, y la ciencia es limitada. El médico puede ayudar, no puede hacer todo. Y con la clarividencia, vas al cura, al mago, y es magia. Pueden hacer que cualquier cosa ocurra, y eso te reconforta.
Y usted, ¿ha probado alguna vez lo de ir a una bruja o a una adivina?
¿Yo? No, nunca. Sería estupendo poder hacerlo, levantarme una mañana y poder engañarme a mí mismo diciendo: “He encontrado a alguien que tiene las respuestas mágicas para mí”, pero no, tengo una mente demasiado científica, y es una pena, porque ese es un don, como el que nace en una familia católica y cree en Jesucristo, pero no por la presión o porque esté de moda, sino porque lo cree en su corazón, y es un afortunado. Yo creo que se engañan a sí mismos, igual que si van a un adivino o una gitana, pero son felices. Tuve una conversación con Billy Graham, el famoso evangelista, y me dijo: “Incluso aunque tú tuvieras razón y yo estuviera equivocado, y no existiera Dios, aun así yo tendré una vida mejor que la tuya”. Y no pude rebatírselo.
¿Cómo lleva eso de ser un filósofo del siglo XXI?
Simplemente creo que las cosas que me interesan de una forma natural, como el cine o la escritura, son cosas que encajan en un área filosófica. Hay directores a los que les interesan los temas actuales de política o asuntos sociales, como Oliver Stone o Spike Lee, y hacen películas maravillosas. A mí nunca me interesó plasmar eso en el cine. Como ciudadano voto y hago campaña, pero cuando escribo me interesan cosas que caen en un área más filosófica, siempre por accidente. Siento que existen problemas
filosóficos, no políticos. Aunque se cambiaran los regímenes políticos de algunos países y todos fueran democracias, o todos vivieran bajo el islam o el comunismo, no todos entenderían qué hacemos en el mundo, por qué estamos aquí o por qué tenemos que morir. Y las relaciones entre hombres y mujeres también serían difíciles, porque los problemas reales son siempre filosóficos. Los otros, los políticos, se pueden cambiar.


Woody en rodaje.

Es curioso, pero usted no tiene una relación difícil con la muerte.
No puedes evitar el hecho de que naces y de que vas a morir para siempre y de que el universo acabará y de que vives en el contexto de una experiencia sin sentido, y de que es importante para ti encontrar alguna razón para continuar en el día a día. Dices: “Si nada tiene sentido, ¿para qué seguir viviendo?”. Y tienes que descubrir por ti mismo qué sentido tiene, porque si te paras a pensarlo... Yo siempre he sentido que este es un tema no intelectual y que cuando lo piensas no puedes ganar, porque no tiene sentido y la vida es triste y trágica y todo se desvanece, pero si coges una pistola y me apuntas, te diré: “¡No, no me dispares, no me dispares!”. Y dirás: “¿Por qué? Si nada tiene sentido”. Y te diré: “No sé, pero no, no lo hagas”. Buscar esas respuestas es el trabajo más extraño, y por eso me interesa más eso que la política en el arte.
Habla de los cambios políticos. Usted apoyó a Obama. ¿Está contento con él?
Sí, estoy encantado con Obama. Es estupendo, y ojalá los republicanos se quitaran de su camino y dejaran de intentar herirlo. Le hacen más daño que ninguna otra cosa, pero él es genial y está consiguiendo cosas. Soy admirador suyo.
Antes mencionaba a Oliver Stone y a Spike Lee. ¿Todavía va al cine y ve lo que se hace?
Sí. Si se trata de una película seria y de un buen director como Oliver Stone, sí que la veo, porque le considero inteligente y quiero ver su trabajo. Pero no me molesto en ver muchas de las películas que se estrenan en EEUU y que están muy de moda, porque son demasiado infantiles o tontorronas. Pero las de Scorsese, Stone... siempre voy a verlas.
Y hace homenajes a películas clásicas. En Conocerás al hombre de tus sueños la chica que toca la guitarra en la ventana de enfrente a la de Josh Brolin recuerda a Desayuno con diamantes.
La verdad es que no lo había pensado. Lo hice porque desde la ventana trasera de mi apartamento de Nueva York veo muy bien al vecino y desgraciadamente es un hombre que está ante el ordenador. Pero pensé: “¿Y si fuera una mujer guapa? Qué idea tan romántica, con el jardín, se saludan con la mano...”. Pero he visto muchas películas porque me encanta el cine y me resulta un placer. Ahora menos placer, porque hay películas menos buenas. Y las buenas generalmente no son estadounidenses. Veo una película a la semana, y me doy cuenta de que las mexicanas, iraníes, francesas, españolas o chinas que me inspiraban eran tan buenas como algunas americanas. Ahora hay algunas americanas que vería, y las que no vería, las malas, son las que recaudan 400 millones de dólares [unos 300 millones de euros]. Se estrenan películas que los adultos no quieren ver pero que recaudan fortunas y tienen un gran público.
21 nominaciones al Oscar, tres estatuillas (por el guión de Manhattan y el guión y la dirección de Annie Hall) y nunca fue a recogerlas. Y en Cannes siempre fuera de competición. ¿Por qué?
Es mi quinta vez en Cannes, pero nunca he estado en competición. No creo en la competición en el arte. La gente hace su trabajo artístico y otros lo disfrutan. ¿Cómo podrías decir que un Picasso es mejor que un Matisse, o al revés? Ambos son maravillosos. Y lo mismo ocurre en el cine. ¿Por qué tenemos que decir que una película es mejor que otra? No hay mejores. Si alguien hace una película maravillosa y otro también, ambas son maravillosas.



¿Qué piensa del 3-D? ¿Habrá una película de Woody Allen en 3-D?
No, no puedo, pero me han dicho que Playboy va a sacar una edición en 3-D y te dan las gafas, y eso sí que lo puedo entender, porque con esas mujeres en tres dimensiones tú ganas algo, pero nadie querría verme a mí en tres dimensiones. No tendría sentido. Yo soy básicamente mejor en una sola dimensión.
¿Y ve positivos los avances tecnológicos en el cine?
Sí, creo que pronto todo será digital, y eso es bueno porque ya no habrá proyeccionistas que pierdan el hilo al cambiar el rollo, ni saltos de pantalla en negro... Ahora se meterá el disco en el reproductor o se verá a través del satélite y lo verás sentado desde tu butaca. Lo que ocurre es que cada vez se ve más cine en casa, la gente se hace su salita de cine con una gran pantalla plana, y llaman y dicen: “Quiero ver la nueva película de Michael Douglas”, y la ven. Pero eso ayudará al teatro en vivo, porque el ser humano necesita la experiencia de sentarse con otras 500 personas y ver y compartir algo, así que volverán al teatro y a los conciertos de música para vivir su experiencia. Cuando yo era pequeño, veía a los hermanos Marx con otras 500 personas y todos nos reíamos. En el futuro serán diez amigos en casa, pero no esa comuna del cine, así que eso enviará a la gente al teatro a ver comedia y drama.
Conocerás al hombre de tus sueños, al igual que Vicky, Cristina, Barcelona, está producida por Mediapro. ¿Qué tal le ha ido con los productores españoles?
Fenomenal. Los de Mediapro, desde el punto de vista personal, son estupendos y muy sensibles con el artista. Te apoyan mucho y, a diferencia de los americanos, que se meten en tu película y quieren saberlo todo, aquí son extremadamente beneficiosos para el artista. Ha sido una experiencia maravillosa y como personas también son gente agradable con la que salir a cenar.
¿Volverá a rodar en España?
Seguro que sí, porque tuve una experiencia maravillosa. Fue un gran placer.
¿Y rodará en Brasil el año que viene?
Pues no lo sé, estamos explorando esa posibilidad y mi productor fue a Brasil para mirar cómo van las cosas allí. Pero lo único cierto es que este verano ruedo en Francia Medianoche en París. Más allá de eso, ni idea.

Extraído de www.tiempodehoy.com/entrevistas/woody-allen/