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Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de El Revisionista, Series de antología, y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Mis tres peliculas favoritas.

Woody Allen escribe y dirige. No para de trabajar desde hace años. Nos ha entregado películas mejores que otras, pero siempre es un placer tenerlo. Con sus reflexiones acerca del matrimonio, el sexo, la religión, la terapia, el amor... Todo depende de la suerte, nos ha dicho en casi todas sus películas, el pesimista nato.

La rosa purpura de El Cairo

Woody Allen ha hecho tantas películas (y aún me quedan tantas por ver, y eso que he visto más de 15 de sus películas) que es difícil elegir una como preferida. Aún así, mi corazoncito se inclina por "The Purple Rose of Cairo", porque no sólo nos habla del amor por el cine, de lo importante de trasladarnos a esos mundos, sino también se torna más realista en un final agridulce donde su protagonista (Mia Farrow, siempre divina) termina engañada y triste, pero se encierra en una sala de cine y vuelve a sonreír.

Los secretos de Harry

Otra película que me gusta mucho de Woody Allen es "Deconstructing Harry". Siento que es la película en la que Woody Allen es más Woody Allen que nunca. Es un escritor, al que le cuestan las relaciones, se interponen la fantasía y la realidad, y es tan neurótico como siempre.

Crimenes y pecados

Difícil dejar afuera otras películas, pero mi tercer lugar se la dejo a "Crimes and Misdemeanors", aquel drama (que también tiene su parte de comedia) del que luego se copió a sí mismo un poco para "Match Point", en el que el protagonista, un brillante Martin Landau, batalla contra su conciencia tras las decisiones tomadas. "Somos la suma de las decisiones morales que tomamos en la vida".



Extraído del blog Enjoylandia.blogspot.com 
http://enjoylandia.blogspot.com.ar/2012/09/mis-tres-peliculas-preferidas-de-woody.html

Inspiración de la película A Roma con amor.


Abr 09th, 2013 - por 
A Roma con amor - el intercambio de casas¿Qué tal un paseo cinematográfico en las preciosas calles de Roma? De Woody Allen, A Roma con amor , trae la ciudad italiana como uno de sus principales localizaciones, como lo hizo previamente con París, en Medianoche en París y Barcelona, Vicky Cristina Barcelona .Compruebe algunos de los lugares imperdibles de la película para conseguir algo de inspiración en el  intercambio de apartamentos en Roma a medida que se enamoran de la ciudad también.
Fuente de Trevi: situada en la plaza de Trevi, la plaza es el lugar donde un turista estadounidense, Hayley, se encuentra con el Michelangelo italiano, mientras que busca de la fuente de Trevi. La pieza central de la plaza se encuentra el monumento a Víctor Manuel II, que a menudo se llama el "pastel de bodas" o "máquina de escribir de Mussolini" debido a su tamaño y forma llamativa. Sí, es el escenario perfecto para que caigan en el amor, y SPOILER ALERT, lo hacen.
La Garbatella: el encantador barrio de la Garbatella es un secreto que Woody Allen le dio distancia en la película. Completamente fuera de la mayoría de los radares de turismo, es fácil llegar en metro y es perfecto para parar para un bocado: que sin duda desea probar uno de los restaurantes en los alrededores.
Plaza de España: éste no es un lugar de sólo-personas-locales-saber oculto, pero ha sido la inspiración para artistas y músicos durante siglos y es definitivamente algo que debe ir en Roma. Plaza de España está conectado a Trinità dei Monti en la colina arriba, por la escalera más ancha de Europa, la  Scalinata della Trinità dei Monti , conocido por los extranjeros como la Plaza de España.
Villa dei Quintili: una antigua villa fuera de los límites tradicionales de Roma, que fue construido en el transcurso de la 2do. siglo. El antiguo espacio de lujo todavía ha de baño bien conservado con una piscina, caldarium (sala caliente) y frigidarium(sala fría). Las ruinas forman una increíble vista y también puede ser el lugar para diálogos profundos, al igual que los de la película.


Extraído del portal Knok.com 
http://www.knok.com/knoleskine/2013/04/09/movie-inspiration-to-rome-with-love/

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Oh, Diane, Diane, al fin solos


Por José Antonio del Pozo



     
   Siempre me gustó mucho Diane Keaton, porque la encontré adorable en Annie Hall –éramos tan jóvenes-, porque estaba, y muy bien, en El Padrino, porque me la reencontré en ese golpe bajo que es Baby, tú vales mucho, porque el reencuentro fue ya toda una celebración en Misterioso asesinato en Manhattan, sobre todo porque es una actriz que sabe sonreír  sólo con los ojos, sin mover los labios. Esos ojos en almendra que se encendieran desde adentro.

   Entonces cayó en mis manos hará un par de meses el libro de sus memorias, “Ahora y siempre”. Lo picoteé un poco por la mitad, con intención sobre todo de ver los santos y… del todo me atrapó. Me dije, alto, alto, esto merece ir despacio y con buena letra lectora. Lo saboreé entonces de principio a fin, sin prisas, como deben hacerse las cosas que merecen la pena.
    
    Bueno, lo encuentro un libro maravilloso, y esto dicho de un libro de memorias, mayor mérito aún resulta. Escrito a raíz de la muerte de la madre, es en efecto un repaso de su vida y de su carrera pero llevado a cabo con una agilidad y con una destreza literaria más que cautivadora y repleta de logros narrativos y expresivos.

   Es fantástico el tono desenvuelto y en apariencia liviano con que Keaton retrata –siempre en acción- las figuras de sus íntimos (familiares, pero también entre otros W Allen, Al Pacino, Warren Beatty, Jack Nicholson) así como su propia peripecia: sus inseguridades, la bulimia, la autocrítica, la maternidad tardía y bajo adopción, el dolor por la enfermedad y muerte de los padres, la vida). Siempre encuentra Keaton un recurso expresivo vívisimo y nada grandilocuente para trasladarnos con eficacia literaria esa emoción, esa reflexión.
    
    No sé, para mí alguien que escribe de su hijo, “me encantan tus ojos color chocolate, de alegría impenetrable, sólo tienes que entornarlos al sonreír para que el mundo parezca un buen lugar” o “los recuerdos son sólo momentos que se niegan a ser ordinarios” o ante la manta azul marino que cubre el cuerpo muerto de su padre “al menos estaba envuelto en el color del mar al atardecer” –hay decenas de fragmentos así de inspirados-  es una persona que posee un don singular.

    Tan bien escrito está el libro que, quizás al principio por pura envidia, llegó a escamarme tanta pericia. Una persona que escribe con esa maestría  ha desperdiciado su vida si –y de nada de eso se hablaba allí-, siéndole del todo factible como lo sería en su caso tras el éxito profesional, no ha desarrollado ese enorme talento en al menos un puñado más de obras.  Además, que si Diane Keaton, sobre las cualidades interpretativas que ya le adornaban, atesoraba también ese consumado dominio escritor, empezaba a cobrar para mí el perfil de una diosa demasiado perfecta para estos tiempos tan descreídos.  

   Encontré, tanto en la dedicatoria como en los agradecimientos, dos nombres repetidos (David Ebershoff , Bill Clegg), que por el Internet se sabe que corresponden a dos reputados escritores a quienes quizás haya que felicitar por haber puesto todo su arte al servicio de lo que Diane les iba contando. Las vivencias, los sentimientos, la vida que en el libro brotan, discurren y palpitan son los de Diane, y  fueron ellos quienes supieron darle esa forma tan artística. Me alegré en el fondo de  que fuera así, paladeé el libro como la extraordinaria obra literaria que para mí es,  pues hallaron ambos la fórmula mágica para tras las páginas hacerme a la vez partícipe de la intensa sensación de hallarnos allí  Annie Hall y yo al fin solos, y tan divinamente, oiga. 

Extraído de El blog de Jose Antonio del Pozo, http://elblogdejoseantoniodelpozo.blogspot.com.ar/2012/07/oh-diane-diane-al-fin-solos.html