Ese primer trabajo tras las
cámaras que fue ‘Toma el dinero y corre’ (‘Take the Money and Run’, 1969) no se
habría producido si el neoyorquino no hubiera quedado frustrado al descubrir
las miserias del negocio del cine. Convertido en una célebre figura cómica,
apareciendo regularmente en televisión, tuvo la oportunidad de demostrar su
talento en la gran pantalla. Le pagaron muy bien y aumentó su fama, pero para
un apasionado del séptimo arte como él, esos primeros trabajos le dejaron un
sabor sumamente amargo. Tras ver cómo destrozaban su guion para ‘¿Qué tal,
pussycat?’ y perder el control creativo de la broma ‘Lily la tigresa’, Woody Allen aceptó
intervenir por motivos puramente económicos en una peculiar producción plagada
de estrellas, la primera película basada en la novela ‘Casino Royale’ de Ian Fleming,
el mismo material del que partió Martin Campbell para renovar la saga 007 con
Daniel Craig.
En lugar de trasladar a la gran
pantalla de un modo convencional la trama de ‘Casino Royale’, y como alternativa a
la franquicia oficial, Feldman
decidió partir del texto de Fleming para producir una parodia de James Bond y las
historias de espías, una comedia absurda y chispeante llena de
bellezas y celebridades, en la línea de otra de sus producciones, ‘¿Qué tal,
pussycat?’. Para ello contrató a seis directores —John Huston, Val
Guest, Kenneth Hughes, Joseph McGrath, Robert Parrish y Richard Talmadge (quien
no aparece en los créditos)—, una larga lista de guionistas, la mayoría sin
acreditar —cabe destacar a Billy
Wilder y Woody
Allen— y un impresionante reparto encabezado por David Niven, Peter Sellers, Orson
Welles, Deborah Kerr, Ursula Andress, Jacqueline Bisset, Charles Boyer, William
Holden, Jean-Paul Belmondo y Allen, entre muchos otros.
Hay muy poco de la novela en la
película. Apenas los personajes y la partida de cartas. Pero ése no es el
problema de ‘Casino
Royale’, al contrario, lo que se quería hacer era una idea
estupenda, una
deconstrucción humorística del agente secreto. El film arranca
con los jefes de los departamentos de espionaje más importantes del mundo
visitando a Sir James Bond —interpretado por Niven, la primera opción de Fleming
para el personaje—, que vive retirado en una escondida mansión en Escocia, para
pedirle que acepte una nueva misión. Bond se ve obligado a aceptar cuando
descubre que una misteriosa organización criminal, compuesta solo por mujeres
hermosas, está liquidando a todos los agentes secretos, encontrándose él
también en el punto de mira.
Por desgracia, solo la premisa
tiene interés. La película es un
aburrido desastre, un puzle de secuencias encajadas a la fuerza
donde queda patente que no había orden alguno y se daba por válida la
improvisación más ocurrente. Los segmentos van por libre, no hay nada que
contar, los diálogos carecen de chispa, las situaciones se alargan hasta perder
la gracia y ninguna de las estrellas del reparto se muestra inspirada, quedando
en pantalla la peor versión de muchos de ellos; destaca en especial las lamentables aportaciones de Kerr y
Welles, lo desaprovechado que está Sellers y la plana
interpretación de Niven.
Woody Allen
se las apaña para intervenir en las escenas más divertidas de ‘Casino Royale’
—dentro del ruinoso conjunto— con su papel de Jimmy Bond, el sobrino del héroe.
Aparte de diseñar uno de los planes más hilarantes de la historia del cine, su
breve participación apenas arranca un par de sonrisas.
La producción de ‘Casino Royale’ fue un caos. El
presupuesto inicial de seis millones de dólares se disparó hasta los doce —Allen recuerda que
se pasó una semana en lujoso hotel sin que le llamaran para nada— y el rodaje
se tuvo que prolongar varios meses más de lo previsto, entre otras razones por
el problemático comportamiento de Sellers,
quien fue despedido antes de que se rodaran todas sus escenas —de ahí el brusco
desenlace de su personaje—. Aun así, ‘Casino
Royale’ fue un éxito comercial, terminando el año como el
tercer título más taquillero en EE.UU., a muy poca distancia de una entrega
oficial de 007 que casualmente se estrenó también en 1967, ‘Sólo se vive dos
veces (‘You Only Live Twice’, Lewis Gilbert). Una prueba más de que la
recaudación no tiene nada que ver con la calidad. La única manera en la que
recomiendo ver este film es con alguna copa de más y en compañía de amigos de
risa fácil, de lo contrario puede ser un
suplicio.
Casino Royale | |
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Ficha técnica | |
Dirección | |
Producción | Jerry Bresler Charles K. Feldman |
Guion | Wolf Mankowitz John Law Michael Sayers |
Música | Burt Bacharach |
Sonido | Sash Fisher Chris Greenham Richard Langford John W. Mitchell James Shields Bob Jones |
Maquillaje | John O'Gorman Joan Smallwood Neville Smallwood |
Fotografía | Jack Hildyard y Nicolas Roeg |
Vestuario | Julie Harris Guy Laroche Paco Rabanne |
Protagonistas | David Niven Deborah Kerr Orson Welles Peter Sellers Barbara Bouchet Geoffrey Bayldon Ursula Andress William Holden Charles Boyer Peter O'Toole John Huston Jean-Paul Belmondo Woody Allen Billy Wilder Jacqueline Bisset |
Ver todos los créditos (IMDb) | |
Datos y cifras | |
País(es) | Reino Unido Estados Unidos |
Año | 1967 |
Género | Comedia |
Duración | 131 min. |
Idioma(s) | Inglés |
Compañías | |
Productora | Columbia Pictures |
Distribución | Columbia Pictures |
Presupuesto | 12 millones de dólares |