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Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de El Revisionista, Series de antología, y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

domingo, 27 de mayo de 2012

Los films de Woody: Manhattan, el éxito del encanto.



Por Armando Rapallo


Por fin los porteños conocieron “Manhattan”. Las alternativas del estreno de la última producción dirigida por el inefable bufo norteamericano Woody Allen, ahora más que nunca definido como un audaz pensador en tiempos difíciles, dentro de una sociedad que consume toda clase de productos sin digerirlos demasiado bien, fueron seguidas con gran interés por todos aquellos que se preocupan por el fenómeno fílmico, y gracias a la abundante artillería disparada por el periodismo, por infinidad de aficionados que no se interesan más que tangencialmente por esos hechos. Vale la pena referir, de paso, algunas situaciones sugestivas dentro del marco creado en torno a este demorado y, por cierto, muy publicitado estreno. Desde hace más de seis meses, corrían rumores de prohibición o cortes, de negativas de Allen a que se estrenara su film en la Argentina con ciertas mutilaciones. La prensa más o menos especializada ubicó el problema en un plano, poco menos, de interés nacional. Fueron muchos los que lanzaron entonces sus dardos contra la censura –a la que siempre hemos atacado desde estas columnas, como puede probarse desde el primer número de Pájaro de fuego, hace bastante más de dos años- aún aquellos que muy de tanto en tanto se acuerdan de ella, por supuesto cuando los films atacados no trasuntan temáticas demasiado comprometidas.
Woody y Mariel Hemingway

Es impostergable señalar un hecho: “MANHATTAN NUNCA FUE PROHIBIDA EXPRESAMENTE POR LA CENSURA ARGENTINA”. Hubo sí sugerencias de cortes; etc. etc. pero jamás existió un certificado de prohibición. Lo que sí hubo fue un inteligente operativo publicitario, tal vez discutible como sistema pero operativo lícito al fin, en torno a su tan mentada prohibición, procedimiento que culminó con un “inesperado”  estreno de un día para otro, con resultados obvios: En pleno mes de febrero, cuando las cifras de espectadores son tradicionalmente bajas, la película de Woody Allen alcanzó la “media” de fin de semana de 47.000 espectadores, incluyendo dos trasnoches, en tres salas no muy grandes, cifra por demás elocuente en lo que concierne a la habilidad de la medida empresarial. Queremos volver a enfatizar acerca de la actitud de ciertos medios periodísticos: ¿Por qué no defendieron –ni defienden nunca- auténticas prohibiciones de films como “Regreso sin gloria”  , cuyas connotaciones, las de la prohibición, son realmente atentatorias contra el argentino adulto y su cultura, contra su capacidad de discernir qué es lo que debe ver y juzgar? ¿Por qué no se “jugaron” en ésa y muchas otras alternativas que se refieren directamente a algunas de sus libertades más preciadas y vilipendiadas por la censura oficial? Interrogantes que tendrán que ver, naturalmente, con otras actitudes tan pusilanimes como la adoptada en otros órdenes de la vida nacional, obviamente de muy difícil solución.
Diane Keaton, Woody y Tony Roberts

El juicio sobre “Manhattan”  debe relegar al olvido todas estas consideraciones. Sin ninguna duda, la última creación de Allen es espléndida. Es una película simplemente adorable, encantadora. Es una película para ser disfrutada desde el principio al fin, de notable sencillez y alto vuelo conceptual.


Michael Murphy, Diane Keaton, Woody y Mariel Hemingway

Probablemente por primera vez, el inquieto hombrecito de las gafas ha abordado una temática siempre emparentada con sus dudas y tabúes sin recurrir a extremadas intelectualizaciones. Cuando el personaje central, un escritor de la TV que quiere asumir su rol de sólido testigo de su tiempo en profundidad inicia su libro, alude a su adoración por su ciudad (la inmensa Nueva York), y formula una importante conclusión: “La ciudad es una metáfora de la decadencia de la sociedad, de la cultura contemporánea”. A partir de esa propuesta, Allen ubicará sus títeres, su propia máscara tragicómica, en el entorno de esa misma sociedad a la que califica con dureza pero sin olvidad en ningún instante todos sus valores.  Los personajes se moverán desde ese momento mostrando sus pasiones, sus pequeñeces, sus relaciones íntimas, sus desviaciones y obsesiones, con absoluta naturalidad. El autor-director-intérprete ya no utilizará procedimientos de cine-verdad en alternancia con momentos intimistas, como ocurriera con su magnífica “Annie Hall” (”Dos extraños amantes”,  entre nosotros), imponiendo a su film una coherencia narrativa total, como nunca ocurriera antes en sus producciones. La audacia y el “tour de forcé”, el “gag” fácil y directo o la permanente cita intelectual, serán reemplazadas por Allen en “Manhattan” con una encantadora visión de la realidad circundante. No faltan por supuesto referencias agudas a protagonistas de su tiempo, pero en esta película Allen usa la cita y la comparación perfectamente determinada, sin acudir a elipsis de ninguna clase. Todo está pensado y ubicado en su exacta dimensión, en su momento preciso, convirtiéndose la inteligente descripción del ser humano en antológica referencia al hombre contemporáneo. Tomas fijas e incisivas exhiben en la presentación diversos aspectos de la ciudad. La imponente escenografía natural permite a Allen situar a sus personajes dentro de un marco apropiado. A través de diálogos estupendos, de hábiles encuadres (la toma de Allen y Mary de espaldas, con el enorme puente frente a las cámaras, es sencillamente hermosa), el talentoso realizador neoyorquino describe sus propias vivencias sin afectación, con envidiable claridad. Su lenguaje es tan normal como lúcido su sentido descriptivo. Allen no olvida ni a sus fantasmas ni a sus grandes amores. Recuerda con idéntico afecto a W. C. Fields o a Ingmar Bergman, a “La gran ilusión” de Renoir a Groucho Marx, a un célebre beisbolista (Willie Mays) o al segundo movimiento de la sinfonía “Júpiter” de Mozart, a Cezanne o a Sinatra, a Marlon Brando, a Louis Armstrong.  No descuida, por cierto, en esta sinfonía en blanco y negro, tonalidades impostergables en esta obra de sugerente plasticidad, una banda sonora estructurada desde el comienzo en base a muchas de las más famosas melodías de otro fanático de Nueva York, George Gershwin, desde el solo de clarinete inicial de su “Rapsodia en blue” (que culminará cíclicamente el film en el hermoso final), pasando por “Do do do”, “Lady be good”, “It’s wonderful”, “Embraceable”, y “Strike up the band”, jugada en exultante ritmo cuando Allen inicia su vertiginosa búsqueda de la joven Tracy, poco antes del desenlace de su historia. Dos importantes directores de orquesta actuales recrean esas partituras, el promocionado Zubin Mehta y Michael Tilson Thomas.

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Diane Keaton y Woody en el Museo Metropolitan

“Manhattan” es un hermoso film, pero también es un modelo de equilibrio formal. No hay desniveles narrativos –un hecho muy común en otras producciones de Allen- y aunque no faltan escenas claves, en partículas los diálogos de Allen con Michael Murphy, Diane Keaton, Anne Byrne y Mariel Hemingway, el guión (responsabilidad compartida con Marshall Brickman), es uno de los mejores que hemos visto en mucho tiempo. La aparente simpleza del rostro del protagonista cuando su juvenil amante se despide al final, encierra tremenda elocuencia. Una característica que puede aplicarse a la intervención de cada uno de los intérpretes, magníficos intérpretes, de esta notable muestra, en nuestro concepto, la obra más acabada de un talento que alcanza muchas veces características geniales. Sería injusto olvidar la mención de actores tan notables como Diane Keaton, estupenda Mary; Michael Murphy (de recordada presencia en varios films de Robert Altman) en el rol de Yale; de Anne Byrne (Emily); de la ascendente Meryl Streep (la intérprete del “El francotirador”) en el papel de la primera esposa de Allen en la ficción, y muy especialmente de Mariel Hemingway, la adolescente Tracy, en memorable demostración de ternura y desenvoltura histriónica. Gordon Willis aporta refinados medios en su tarea de avezado iluminador, sirviendo a los requerimientos visuales del director a la perfección.


 Ficha Técnica

Título: Manhattan
Título original: Manhattan
Dirección: Woody Allen
País: Estados Unidos
Año: 1979
Duración: 96 min.
Género: Drama, Romance, Comedia
Calificación: No recomendada para menores de 18 años

Reparto: Woody Allen, Diane Keaton, Michael Murphy, Mariel Hemingway, Meryl Streep, Anne Byrne Hoffman, Karen Ludwig, Victor Truro, Tisa Farrow, Helen Hanft, Bella Abzug, Gary Weis, Kenny Vance, Charles Levin, Karen Allen, David Rasche, Damion Scheller, Wallace Shawn, Mark Linn-Baker, Frances Conroy, Bill Anthony, John Doumanian, Raymond Serra

Distribuidora:United Artists
Productora: Jack Rollins & Charles H. Joffe Productions
Agradecimientos: Edward I. Koch, Nancy Littlefield, Paul Glanzman
Casting: Howard Feuer, Jeremy Ritzer Juliet Taylor
Departamento artístico: Cosmo Sorice, James Sorice, Joseph Badalucco Jr., Justin Scoppa Jr., Leslie Bloom, Morris Weinman
Departamento de transportes: James Fanning
Departamento editorial: Michael R. Miller
Departamento musical: Bud Graham, Michael Tilson Thomas, Ray Moore, Tom Pierson, Zubin Mehta
Dirección: Woody Allen
Diseño de producción: Mel Bourne
Fotografía: Gordon Willis
Guión: Marshall Brickman, Woody Allen
Maquillaje: Fern Buchner, Romaine Greene
Montaje: Susan E. Morse
Producción ejecutiva: Robert Greenhut
Sonido: Andrew Kazdin, Dan Sable, Jack Higgins, James Sabat, Lowell Mate, Vito L. Ilardi
Vestuario: Albert Wolsky C.J. Donnelly, Clifford Capone


Fuente: Revista de cultura “Pájaro de fuego”, número 23, marzo de 1980. http://cine.estamosrodando.com/filmoteca/manhattan/ficha-tecnica-ampliada/









miércoles, 23 de mayo de 2012

Pura Anarquía, de Woody Allen.

Por Hervé Joncour   


Dice el guionista español Rafael Azcona que Woody Allen merece el Premio Nobel de Literatura. Yo no soy nadie para llevarle la contraria a un sabio como Azcona, pero creo que es una declaración totalmente fuera de lugar (aunque Allen sea bueno, que una cosa no quita la otra).

Pura anarquía es el último libro de relatos del guionista neoyorquino, autor de películas de culto como Annie Hall o Robó, huyó y lo pescaron, (entre una extensísima filmografía). Llevaba 25 años sin publicar algo del mismo estilo, pero parece que ha vuelto con fuerzas renovadas porque (casi) todos y cada uno de los relatos englobados en este libro son de un humor arrollador. Un levitador amateur que no logra dominar la técnica pero está ansioso por pasar a la práctica, un contratista aparentemente sensato que se encargará de que una reforma sea mucho más que una anécdota o un musical en Viena cuya estrella de claqué es Kafka.

Creo que mi favorito de todos es Así comió Zaratustra, en el que Allen se lanza a la piscina hablando de su último descubrimiento, un libro titulado Sigue mi dieta escrito por… Friedrich Nietzsche. La consecución os la podéis imaginar, desde Zenón hasta Schopenhauer pasando por la antigua Roma o Aristóteles. Un no parar de reír de principio a fin, como casi la totalidad del libro.

Fuente: Portal Papel en blanco, www.papelenblanco.com/relatos/pura-anarquia-de-woody-allen

lunes, 21 de mayo de 2012

Lindsay Lohan podría ser la nueva musa de Woody Allen.


Lindsay Lohan Foto: Reforma








  




El cineasta Woody Allen y la actriz Lindsay Lohan fueron fotografiados a la salida de un restaurante en Nueva York, por lo que varios medios internacionales indicaron que se podría tratar de una plática para trabajar juntos en un proyecto.

Según el portal TMZ, que publicó la foto, esta no es la primera vez que están juntos.

Allen y Lohan han sido amigos desde hace años y la artista es una de sus más grandes seguidoras.

De acuerdo con x17online.com, el chofer de Allen fue por la actriz al Hotel Mercer y algunos testigos afirmaron que Woody y Lohan hablaron durante la cena, por cerca de una hora.

En los últimos años, la ex estrella de Disney ha enfrentado problemas y escándalos que han afectado su carrera en el cine.

Recientemente, se salvó de presentarse de nuevo ante la justicia de Estados Unidos por supuestamente arrollar a una persona en Hollywood.


Por otro lado, Lohan tiene un gran contrato para interpretar a Elizabeth Taylor, en una película para la pantalla chica, con el cual también tuvo algunas dificultades.


Fuente: Portal terra.com, http://entretenimiento.terra.com.pe/cine/lindsay-lohan-podria-ser-la-nueva-musa-de-woody-allen

jueves, 10 de mayo de 2012

Los films de Woody: Ladrones de medio pelo.


por Nicolás Quinteros

En 1969 Woody Allen estrenaba su ópera prima Robó, huyó y lo pescaron (Take the money and run); más de treinta años después, Allen retoma la idea de un torpe delincuente que trata de robar un banco. Pero más allá de la anécdota de este dato menor, el último trabajo del director comparte con su primera realización el hecho de ser una comedia menor, con algunos - muy pocos - chistes y gags que realmente funcionan.



Sin lugar a dudas, Allen ha encontrado su lugar como realizador. Sus últimos trabajos demuestran que conoce su oficio y que se afirmó definitivamente en el terreno de la comedia (dejando de lado sus desvaríos bergmanianos que tan mal le hacían a su cine). A través del humor, Allen supo reflexionar sobre la vida y la muerte, sobre las obsesiones, los miedos, las relaciones de pareja, etc. en films inolvidables como Manhattan (1979), Dos extraños amantes (Annie Hall, 1977), Zelig (1984) o Hannah y sus hermanas (Hannah and her sisters, 1986). Desgraciadamente para aquellos que admiramos al Sr. Allen, Ladrones de medio pelo, está en la línea de sus primeros films: la ya mencionada Robó, huyó y lo pescaron, Bananas (1971), El dormilón (Sleeper, 1973) y La última noche de Boris Gruschenko (Love and death, 1975) donde la efectividad de la película depende de los momentos de humor, que en Ladrones... suelen ser realmente escasos y no muy efectivos.

En Ladrones de medio pelo, Allen es Ray Winkler un ex convicto que decide cambiar su suerte, planeando un robo a un banco. Para llevar a cabo el plan decide alquilar un local que se encuentra en la misma cuadra del banco, para hacer un tunel por debajo del local hasta llegar a la bóveda del mismo. Para eso necesita una fachada, por lo que le solicita a su esposa Frenchy - la maravillosa Tracey Ullman - que se haga cargo del negocio. En el sótano Winkler junto a un grupo de incompetentes tratará de perforar las paredes, mientras que en el negocio de galletitas de Frenchy los clientes hacen interminables colas para comprar. El éxito del negocio, transforma al matrimonio Winkler y a los demás integrantes del grupo (Tony Darrow, Michael Rapaport, Jon Lovitz y Elaine May) en millonarios, lo que transformará sus vidas.



Si en un principio, el film dirigía su mirada sobre el personaje de Allen, en esta segunda parte adquiere protagonismo Frenchy, quien, tal vez influenciada por los programas de ricos y famosos que solía ver en televisión, quiere convertirse en una persona "culta" y en una "mecenas del arte". Su deseo es formar parte de la clase media acomodada y culturosa neoyorquina; de la cual uno de sus integrantes más conocidos es el propio Allen y que también es protagonista de muchas de sus películas.

Allen supo reírse de sí mismo en innumerables oportunidades, incluso podría afirmarse que gran parte de su filmografía se sostiene en esta autorreferencia. Pero en esta oportunidad, para parodiar a los cultos e intelectuales, se queda en la superficie y en el estereotipo por lo que esto también produce que los chistes se agoten rápidamente. Como si esto fuera poco, la moraleja (si cabe denominarla así) del film, podría resumirse en que es preferible mantenerse inculto, sencillo, jugando a las cartas y viendo baseball que tratar de ingresar en un mundo donde todos son falsos, snobs y aprovechadores.



Jonathan Rosenbaum, en su crítica sobre el film, divide la filmografía de Allen entre el período que va de La última noche de Boris Gurshenko (1975) y Dos extraños amantes (1977), hasta el período de Maridos y esposas (Husbands and Wives, 1992). Destaca también a Un misterioso asesinato en Manhattan (Manhattan murder mistery, 1993) y Disparos sobre Broadway (Bullets over Broadway, 1994), como anteriores al "colapso en la banalidad y facilidad de Poderosa Afrodita (Mighty Aphrodite, 1995)". Con Ladrones de medio pelo, Allen parece continuar esta línea. Aquellos que supimos disfrutar de gran parte de sus trabajos, esperamos que se trate solamente de otro traspié.

Ficha técnica

Título: Ladrones de medio pelo
Título original: Small time crooks

Dirección: Woody Allen

País: Estados Unidos
Año: 2000
Duración: 94 min.
Género: Criminal, Comedia

Reparto: Woody Allen, Carolyn Saxon, Tracey Ullman, Michael Rapaport, Tony Darrow, Sam Josepher, Jon Lovitz, Lawrence Howard Levy, Diane Bradley, Crystal Field, Cindy Carver, Ray Garvey, Bill Gerber, Olivia Hayman, Laurine Towler, Fanda Nikic, Brian Markinson, Elaine May, Dana Tyler, Steve Kroft, Brian McConnachie, Ricardo Bertoni, Isaac Mizrahi, Kristine Nielsen, Larry Pine, Hugh Grant, Julie Lund, Teri Black, John Doumanian, Phyllis Burdoe, Maurice Sonnenberg, Richard Mawe, Karla Wolfangle, Rob Besserer, Frank Wood, Ruth Laredo, Julie Halston, Anthony Sinopoli, Jesse Levy, Josephine Calabrese, Cindy Wilks, Trevor Moran, Peter McRobbie, Douglas McGrath, Elaine Stritch, Howard Erskine, Christine Pipgras, Nick Garfinkle, Kenneth Edelson, Ira Wheeler, William Hill, Ramsey Faragallah, Scotty Bloch, George Grizzard, Marvin Chatinover

Distribuidora: Laurenfilm
Productora: DreamWorks SKG, Sweetland Films
Presupuesto: 18.000.000,00 $
Agradecimientos: Greg Johnson
Casting: Juliet Taylor, Laura Rosenthal Patricia Kerrigan DiCerto, Sarah Allentuch
Coproducción: Helen Robin
Coproducción ejecutiva: Charles H. Joffe, Jack Rollins, Letty Aronson
Departamento artístico: Christian Halac, Cliff Schorr, Daniel K. Grosso, Frank Didio, Glenn Lloyd, James Sorice, Jessica A. Milstein, Leonardo Mastrantoni, Peter Gelfman, Robert Grant, Robin McAllister, Ron Petagna, Vincent Guarriello
Departamento de transportes: John Mulligan, Peter Tavis
Departamento editorial: Jennifer Lilly, Michelle Botticelli, Sara Corrigan, Sheri Bylander
Departamento musical: Jill Meyers
Dirección artística: Tom Warren
Diseño de producción: Santo Loquasto
Efectos especiales: John Ottesen, Ron Ottesen
Fotografía: Fei Zhao
Guión: Woody Allen
Maquillaje: Dina Doll, Milton Buras, Rosemary Zurlo, Werner Sherer
Montaje: Alisa Lepselter
Producción ejecutiva: J.E. Beaucaire
Sonido: Anne Pope, Bradford L. Hohle, David Pastecchi, Frank Kern, Gary Alper, George A. Lara, Gisburg Smialek, Glenfield Payne, Jay Peck, Kam Chan, Lee Dichter, Marc-Jon Sullivan, Marko A. Costanzo, Robert Hein, Sylvia Menno
Vestuario: Anne Gorman, Melissa Stanton, Michael Adkins, Rosemary Lepre, Susan Carrano Suzanne McCabe Thomas Stokes

Fuentes: www.canaltrans.com/lalinternamagica/007.html, cine.estamosrodando.com/filmoteca/granujas-de-medio-pelo/ficha-tecnica-ampliada/

lunes, 7 de mayo de 2012

Woody Allen habla un poco de todo.


Allen habló con Reuters sobre lo que anhela, sobre la nostalgia de rodar en Nueva York y las cosas que no le gustan de la tecnología y otros placeres modernos.

¿Cómo se lleva con la tecnología y las redes sociales Twitter, Facebook..?
 
Twitter, no tengo ni idea de lo que es Twitter. Pero Facebook lo conozco, porque vi la película y me gustó la película. Así que sé qué es Facebook. Y tengo una página web, que no he visto en mi vida y no tengo ni idea de cómo funciona o cuál es su objetivo, pero unas personas lo hicieron para mí. Tengo un teléfono, un teléfono móvil, pero lo único que puedo hacer es llamar y recibir llamadas. No lo uso para otra cosa. No tengo, ¿cómo lo llaman, mensajes de texto? ¿Ha visto las personas mayores que tapan muchos de los botones del televisor con cinta adhesiva para no equivocarse? ¿Para no apretar esos botones? ¿Así sólo pueden encenderlo y apagarlo? Yo soy exactamente así, siempre que haya sólo dos botones que apretar, puedo hacerlo.

Como ex guionista de televisión, ¿qué piensa sobre de la televisión en estos días, de los reality shows?
 
Nunca he visto nada de eso. Veo los nombres en los periódicos y cosas, pero ni siquiera sé qué es. Veo televisión, pero no eso. Veo deportes casi exclusivamente.

¿Han cambiado sus pensamientos sobre la mortalidad recientemente?
 
No, ya estaba en contra de ella cuando tenía cinco años y fui consciente por primera vez de ella. He seguido en contra. Estamos programados por naturaleza a resistirnos a morir, a autopreservarnos, a tener cuidado de nosotros mismos, a luchar por nuestras vidas, así que no soy diferente a nadie en ese sentido. Puedo diferir en este sentido, puedo pertenecer a ese grupo de personas que lo tiene en la conciencia más frecuentemente. Pero no hay nada que podamos hacer al respecto, pero probablemente sufrimos más, porque no somos capaces de ignorarlo tan fácilmente. Todo el mundo está dotado con un mecanismo de rechazo, el mío es defectuoso.

¿Por qué es tan respetado en Europa, es usted demasiado para la mentalidad del americano medio?
 
Creo que gano algo en la traducción (…) Hago una película y en toda Europa, en todo el mundo, les encanta, porque posiblemente no están viendo mis errores. Estados Unidos es un país muy religioso, pero para mí es su problema. Yo no lo suscribo. No soy religioso o puritano. En ese sentido soy ligeramente más europeo, pero eso es algo más fácil de encontrar en Nueva York, creo, que en el resto del país. Nueva York es lo más cercano que tenemos a una ciudad europea.

¿Cree que Estados Unidos está preparado para perdonarle por sus pasados escándalos?
 
¿Cuál fue el escándalo? Me enamoré de esta chica, me casé con ella. Llevamos casados 15 años ya. No hubo escándalo, pero la gente se refiere a ello todo el tiempo como un escándalo y en cierta forma me gusta, porque cuando me vaya me gustaría decir que tuve un verdadero escándalo jugoso en mi vida.

¿Echa de menos rodar en Central Park en otoño?
 
No, adoro Nueva York. Y estoy seguro de que volveré y trabajaré aquí. Las únicas dos cosas que me han mantenido alejado es cuando un lugar extranjero ha puesto el dinero e insistido en que trabaje allí o cuándo no me podía permitir trabajar aquí.

¿Su próxima película “Nero fiddled”, rodada en Italia, está inspirada en Fellini?
 
No ¿Por qué Fellini? … ¿Por qué no Antonioni? No, no está inspirada en nadie. Es sólo una comedia, no una comedia romántica, sino una comedia total.

Por Christine Kearney (traducción Blanca Rodríguez)


Fuente: woodyallenweb.wordpress.com/page/2/